Para Vega Gimeno, volver a Valencia (su ciudad natal, de la que se siente muy orgullosa y de la que presume con pasión) es siempre un placer. Un motivo de alegría. Para esta baloncestista nómada y viajera (ha militado en 6 conjuntos distintos, cinco españoles y uno argentino), lo habitual es estar lejos de su tierra, de su gente. Ahora, sin embargo, va a estar casi toda una semana completa en casa. Tres días, por trabajo. Otros tres, por descanso. Y, claro, no puede estar más contenta.
Desde el 9 al 11 de noviembre, la selección española de baloncesto 3 x 3, en la que Vega Gimeno es fija e indiscutible, va a estar concentrada en L’Alqueria de Basket, instalación que, al mismo tiempo, acogerá al combinado de baloncesto femenino. “Conozco L’Alqueria. He podido entrenar en este recinto en los últimos veranos. Voy a ser poco original, pero creo que es imposible reiterar los elogios y la admiración. Me parece un auténtico lujo, una joya. La primera vez que entré, me quedé perpleja. Se respita baloncesto. Es un escenario perfecto para trabajar. Es inspirador y motivador”, comenta Vega Gimeno.
En la actualidad, la ala-pivot valenciana, de 29 años, juega en el Ensino de Lugo, equipo de la máxima categoría del baloncesto femenino español que ocupa la octava plaza (ecuador de la clasificación) con un balance de cuatro victorias y cinco derrotas. Vega visitó La Fonteta el pasado 28 de octubre. “Perdimos con claridad. Valencia Basket tiene un grandísimo equipo. Y, sobre todo, se beneficia de una plantilla muy larga, de un gran fondo de armario. Ello les permite imponer a los partidos un ritmo muy alto y difícil de soportar para casi todos los rivales. Desde luego, lo veo clarísimo aspirante a los dos títulos nacionales, la Copa y la Liga”, explica.
No obstante, Vega Gimeno tiene subrayada a fuego la última semana de mayo, momento en el que se celebrará el Preolímpico de baloncesto 3 x 3 en Austria. En este evento clasificatorio, participarán 20 selecciones. Sólo tres conseguirán el pasaporte para los Juegos de Tokio. España comparte grupo con otros cuatro rivales: Italia, China Taipei, Austria y Suiza. Las dos primeras pasan a los cruces definitivos, a partir de los cuartos de final. “Para empezar, hemos de ser, sí o sí, una de las dos primeras de nuestro grupo, objetivo que, considero, está muy a nuestro alcance. Y ya pensando en el gran reto de conseguir uno de esos tres billetes olímpicos, confío plenamente en nosotras. Llevamos años compitiendo a un altísimo nivel en todos los torneos que disputamos. Es decir, ya hemos demostrado nuestra solvencia y capacidad. Desde luego, no será nada fácil. Hay combinados potentísimos como Francia, Estados Unidos, Australia o Hungría, pero nosotras vamos con toda la ilusión del mundo. No hay semana en la que no sueñe con ser una de las ocho selecciones que se darán cita en los Juegos de Tokio”, concluye Vega.