Curtidos con un sinfín de vivencias, protagonistas de múltiples experiencias, inmersos un numerosas aventuras, duchos como pocos… Así son Liliana Fernández y Pablo Herrera, dos de los componentes más longevos del Proyecto FER. Sin embargo, pese a sus dilatadas trayectorias, la deportista alicantina, de 33 años, y el jugador castellonense, de 38, se disponen a afrontar un escenario desconocido. Ninguno de los dos había disputado un torneo internacional en el actual contexto. En medio de una pandemia.
Si no hay cancelación de ultima hora, Pablo y Liliana van a afrontar un nuevo Campeonato de Europa. El decimoquinto, para el castellonense. El décimo, para la deportista de Benidorm. Este Europeo tan peculiar se celebrará del 16 al 20 de septiembre en Letonia, uno de los países con menos incidencia del covid-19 en todo el viejo continente. Liliana y su compañera Elsa Baquerizo no juegan un torneo internacional desde hace justo un año, cuando logró la hazaña de clasificarse directamente para los Juegos de Tokio. Por su parte, Pablo y el gaditano Adrián Gavira aún disputaron el World Tour 4 Estrellas de Doha a principios de marzo de 2020, días antes de que el coronavirus lo paralizara todo. En Campeonatos de Europa, Liliana acumula tres podios (el último, el bronce del pasado año en Moscú). Pablo, por su parte, ha conquistado cuatro medallas (oro en Moscú 2005, bronce en Sochi 2009, oro en Austria 2013 y bronce en Holanda 2028). Conocemos sus impresiones días antes de participar en este evento.
Pablo Herrera: La verdad es que, viendo los protocolos y las restricciones que han impuesto, va a ser difícil adaptarse y centrarse. En todo caso, tenemos que hacer un esfuerzo extra y mentalizarnos de que vamos a jugar un Europeo, que siempre es un torneo muy importante, y de que quizás no sea el último con estas circunstancias.
Liliana Fernández: Sinceramente, no me obsesiona. Intento asumirlo con la mayor naturalidad posible. Muchas de las medidas del protocolo no nos son desconocidas. Ya las estamos aplicando en nuestro día a día desde hace un tiempo. Si lo tomas como una rutina más, no resulta especialmente engorroso. Hay que asumirlo y ya está.
Pablo Herrera: Para mí, sin duda, la de disponer de sólo 30 minutos para calentar. Habitualmente, llegamos una hora antes de los encuentros y, de inmediato, nos ponemos a preparar el choque. Tener sólo media hora me parece muy poco.
Liliana Fernández: Coincido con Pablo. Lo que menos me gusta es tener sólo 30 minutos para calentar antes de los partidos. Ello nos obligara, quizás, a hacer algo físico previamente en la habitación del hotel. Y ya una vez lleguemos a las pistas, hacer el calentamiento con balón.
Pablo Herrera: Nosotros creemos que llegamos bastante bien a nivel físico. Obviamente, nos falta ritmo de competición. No jugamos desde hace medio año. Por ello, este fin de semana, vamos a jugar un torneo distinto y original en Holanda. Una vez en el Europeo, esperamos ir de menos a más, por supuesto.
Liliana Fernández: Nos encontramos bien. Estamos fuertes, animadas, ilusonadas; llevamos unos cuatro meses entrenando; en las últimas semanas hemos preparado sesiones más intensas… Es decir, para estas circunstancias y este escenario concreto, nos sentimos preparadas. Dicho esto, es obvio que nuestro estado de forma es bastante distinto al de estas fechas en otros años.
Pablo Herrera: El nivel en Europa es muy alto. Muchas parejas que van a disputar este torneo de Letonia ya han jugado torneos recientemente y vienen más rodadas. Nosotros hemos tenido más restricciones que en otros países. Vamos a ver cuáles son nuestras sensaciones día a día. Desde luego, el objetivo mínimo es alcanzar los cruces directos.
Liliana Fernández: Ahora mismo, soy incapaz de prever lo que pueda pasar. Estamos ante un contexto desconocido. En nuestro caso, hemos de gestionar las emociones y controlar la cierta ansiedad que nos pueda generar el regreso a un torneo oficial después de tanto tiempo. Pero estoy segura de que, una vez empecemos a jugar, tendremos las sensaciones de siempre. Y será más de lo mismo.