Cambios en la cúpula, novedades en la base. A principios de agosto, la Federación Española de gimnasia comunicaba la designación de Alejandra Quereda como seleccionadora de conjuntos, responsabilidad que se unía al cargo de seleccionadora individual y que, por tanto, convertía a la subcampeona olímpica en la gran dominadora de la rítmica nacional. Sólo una semana después, Alejandra Quereda, deportista ReFERente del Proyecto FER, anunciaba un sinfín de cambios, casi una revolución, decisiones que han afectado a diversas deportistas FER.
La histórica medalla de plata del conjunto español en los Juegos de Río 2016 dejó el listón muy alto. Casi insuperable. Las herederas de las subcampeonas olímpicas se enfrentaban al arduo reto de dar continuidad a una época gloriosa. Por desgracia, los resultados no han sido los esperados. Ni siquiera el paso de los meses y los años ha permitido mejorar las prestaciones. No llegó la deseada evolución. La dura realidad se confirmó plenamente en septiembre de 2019, durante el Campeonato del Mundo celebrado en Bakú. La clasificación para los Juegos de Tokio se antoja muy complicada. En el continente europeo, sólo queda un billete olímpico por asignar, pasaporte que se dirimirá en el próximo Campeonato de Europa. En principio, aunque nadie puede garantizar su celebración, este evento se disputará a finales de noviembre en Ucrania. Precisamente, el conjunto ucraniano es el principal favorito para lograr la plaza olímpica que queda por adjudicar.
Antes, incluso, del nombramiento de Quereda como nueva seleccionadora española de conjuntos, la gran duda residía en saber si en el Europeo de Ucrania, en el caso de disputarse, competiría el mismo combinado nacional de los últimos tres años, o si, por contra, habría variaciones ya mismo. Las incógnitas quedaron despejadas el lunes 17 de agosto. Durante esa jornada, Alejandra Quereda decidía cambiar por completo la composición del combinado español.
De las integrantes del conjunto nacional que ha estado vigente desde 2017, sólo queda Ana Gayán, deportista del Proyecto FER. Alejandra Quereda ha rejuvenecido al equipo y ha optado por incorporar a cinco gimnastas que el pasado año formaron parte del equipo junior, y que consiguieron brillantes resultados: quinta plaza en la clasificación general del Mundial celebrado en Moscú, cuarto lugar en la final de cinco cintas del Campeonato de Europa desarrollado en Bakú.
Entre esas cinco gimnastas ya ascendidas al conjunto senior, figura Patricia Pérez, deportista nacida en Sueca y de 16 años. Es decir, en el nuevo combinado español absoluto de rítmica, habrá dos valencianas y componentes del Proyecto FER: Ana Gayán y Patricia Pérez. Alejandra Quereda da preferencia al medio y al largo plazo. De alguna manera, sacrifica el Europeo, y antepone un planteamiento de futuro. Eso sí, si el evento continental se aplaza a 2021, cuestión en absoluto descartable, habría tiempo para afrontarlo con más garantías y, por tanto, para soñar con el billete olímpico.
La única gimnasta que el pasado año formaba parte del conjunto junior y que no se incorpora al combinado absoluto es la también FER Sara Tatay, natural de Valencia y que cumplirá 15 años en noviembre. A partir de ahora, Sara pasa a formar parte del equipo senior individual. Es decir, cambiará el CAR de Madrid por el Colonial Sport de Alfafar, Valencia, y compartirá entrenamientos con, entre otras, Polina Berezina, la, en teoría, gran baza española para lograr el billete olímpico de Tokio en la modalidad individual. Sara empieza de cero. Desde ya, este gran talento inicia un nuevo camino. De compartir ejercicios, a competir en solitario. Son las consecuencias del cambio en la cúpula de la rítmica nacional. Son las decisiones de Alejandra Quereda.