El atletismo, el triatlón, la vela, el vóley playa, el piragüismo, el remo… Los deportes que, en mayor o menor medida, se pueden entrenar de forma individual, que permiten guardar ciertas distancias, que no implican un contacto directo y que, sobre todo, se desarrollan en espacios abiertos y al aire libre, son los más agraciados en el llamado proceso de desescalada tras la crisis sanitaria del coronavirus. Sus exponentes, por tanto, son los que, con mayor o menor intensidad, han empezado a recuperar una cierta normalidad en su día a día. Todavía han de recorrer un largo camino, no exento, además, de incógnitas y restricciones, para dejar atrás, por completo, este larguísimo paréntesis. No obstante, las sensaciones empiezan a destilar un mayor optimismo. Desde hoy, empezamos a conocer testimonios de deportistas FER.
Roberto Sánchez Mantecón
Aunque durante los casi dos meses de confinamiento en su domicilio nunca dejó de ejercitarse, el sábado 2 de mayo representó un punto de inflexión para el triatleta FER. Fue el primer día en que, como el resto de la población española, Roberto Sánchez pudo empezar a hacer deporte al aire libre. “Estoy gratamente sorprendido por mi estado de forma. Me encuentro mucho mejor de lo que pensaba; sobre todo, en el segmento de ciclismo. Todo el trabajo realizado sobre el rodillo en las semanas de encierro ha dado sus resultados. Por contra, en la carrera a pie, me empecé notando un poco pesado; y en la natación, no tengo referencias del todo claras. Estoy yendo todas las mañanas a la playa de San Juan de Alicante, pero claro, hay que tener en cuenta que, antes de esta crisis, yo entrenaba cinco jornadas en la piscina y sólo hacia una sesión en la playa. Por tanto, las sensaciones son un tanto confusas”, explica el deportista de Manises, que desconoce cuándo podrá volver a ejercitarse en una pileta. “Teóricamente, en la fase 2, pero lo ignoramos. La reapertura de las piscinas es uno de los puntos más controvertidos”, señala.
Una vez los entrenamientos ya han adquirido mayor calidad y exigencia, el siguiente objetivo de Roberto es conocer un calendario. Una hoja de ruta. Más que un objetivo, un anhelo. “Tengo claro que esto no se va a activar con la rapidez que desearíamos. Me he hecho a la idea de que, quizás, no haya competiciones en 2020. Si al final podemos disputar alguna, perfecto, ojalá, haremos una preparación específica unas semanas antes. Mientras tanto, a pensar a medio y largo plazo, con calma y con tranquilidad. Y a evitar, como sea, caer en una cierta frustración o desmotivación”, concluye el triatleta FER.
Sebastián Mora
El ciclista castellonense fue uno de los pocos deportistas valencianos y, por extensión, españoles que aún pudo disputar uno de los grandes eventos del año. En concreto, el Campeonato del Mundo de pista en Berlín, donde ratificó su fiabilidad, donde confirmó que es un valor al alza, con una doble medalla: plata en puntuación y bronce en scratch. Tras unas semanas de incertidumbre, el deportista de Vila-real respiró con el aplazamiento de los Juegos de Tokio hasta el verano de 2021. “Fue la mejor medicina para sobrellevar mejor el estado de cuarentena. Me aportó tranquilidad, serenidad y un horizonte más concreto”, señala el deportista FER.
En la actualidad, Sebastián Mora tiene sensaciones contradictorias. Por una parte, está mucho más animado “al poder salir a entrenar todos los días por las carreteras de la provincia de Castellón. Me considero un afortunado. Por otra, me gustaría saber con más precisión cuándo volveré a ejercitarme en un velódromo. Una cosa es el ciclismo en ruta y otra bien distinta, el ciclismo en pista. Ahora mismo, la verdad, no tengo ni la más mínima intuición de cuándo regresaré a un velódromo. Los protocolos son muy complicados. No obstante, tarde más o tarde menos, nunca habré estado tanto tiempo sin entrenarme en un recinto cubierto”, reconoce Sebastián.
Por último, preguntado por cómo gestiona la incertidumbre que presenta el futuro, Sebastián Mora comenta que lo lleva “bastante bien. Es clave no caer en el desánimo y no dejarte llevar por la ansiedad. No atormentarte preguntándote para qué estoy entrenando. Se trata de marcarte objetivos pequeños y trazarte una gran motivación final, que, en mi caso, es obvia: Tokio 2021”, indica Mora.