La crisis sanitaria propiciada por el covid-19 ha alterado muy seriamente el día a día de todos los deportistas. Con independencia de que sus modalidades estuvieran en fase de mayor o menor intensidad, de mayor o menor actividad, de lanzamiento o de desaceleración, todas las previsiones y planificaciones se han derrumbado. Al menos, las diseñadas para el corto plazo. Hoy, nos ocupamos de dos nuevos componentes del Proyecto FER, el triatleta Roberto Sánchez Mantecón y el atleta Enrique Llopis. Son dos de los grandes activos FER de presente y, sobre todo, de futuro. Ambos nos explican cómo están viviendo este periodo.
El mes de marzo acostumbra a acoger el despegue del triatlón. Así iba a ocurrir también este año. El nuevo curso se inauguraba con la primera Serie Mundial de 2020, la prevista en Abu Dabi para el viernes 6 de marzo. Ésta era la prueba con la que Roberto Sánchez Mantecón iba a dar el pistoletazo de salida a la temporada. “Días antes de viajar, nos llegó la noticia de la cancelación. A partir de ese momento, asistí preocupado y desolado a la suspensión, como fichas de dominó, de todos los eventos fijados para los meses de marzo, abril y mayo. Por tanto, la orden del confinamiento me pilló en mi domicilio de Alicante”, señala el deportista natural de Manises.
También en la Comunitat Valenciana (en concreto, en Bellreguard) se encontraba Enrique Llopis cuando se decretó el estado de alarma. Su modalidad, el atletismo, atraviesa ahora una etapa de transición entre la conclusión de la pista cubierta y el inicio del aire libre. “Estoy bastante impactado por todo lo que está ocurriendo. Además, se ha desencadenado todo en cuestión de 2 o 3 semanas. A los atletas no nos ha afectado de lleno en nuestras competiciones. Por suerte, dio tiempo a acabar la temporada invernal. Me gustaría equivocarme, pero me temo que sí nos afectará mucho cuando llegue el aire libre, a partir de mayo”, señala Llopis.
Roberto Sánchez Mantecón invierte gran parte de su tiempo trabajando “con el rodillo. Además, hace pocos días, he conseguido una cinta de correr. Es decir, intento minimizar los perjuicios en los segmentos de ciclismo y carrera a pie. Otra historia bien distinta es la natación. Con unas gomas, me las arreglo para simular que estoy nadando, pero es un ejercicio precario e insuficiente. Para los nadadores y los triatletas, el no poder ir a una piscina o a la playa es un grave problema”, comenta Sánchez Mantecón. Por su parte, Enrique Llopis comenta que, por suerte, “tengo una terraza en la que puedo ejercitarme con algo más de espacio. Hago multis, sentadillas, ejercicios de skipping, estiramientos… Afortunadamente, no estamos en temporada alta en atletismo”, comenta el deportista de Bellreguard.
Para Roberto Sánchez Mantecón, esta crisis y sus consecuencias han sido un golpe “muy duro. A nivel global, por todo lo que está suponiendo en términos humanos y económicos. Y a nivel personal, porque me encontraba en muy buena forma y con muchas ganas de empezar la temporada. En fin, la salud es lo primero. Hay que llevarlo con la mayor entereza y paciencia posibles”, señala el triatleta de Manises. Por su parte, Quique Llopis, quien alberga opciones de ser olímpico, ha celebrado el aplazamiento de los Juegos de Tokio. Los atletas, por ejemplo, apenas podremos competir en aire libre y no tendríamos opciones de clasificarnos. No sólo es una cuestión de salud, que también. Era una cuestión de equidad y de igualdad para todos”, concluye Llopis.
