Hace apenas un mes, Ricardo Ten fue elegido, por sus propios compañeros, como el mejor deportista del Proyecto FER en 2019. De esta manera, Ricardo recibía todo un reconocimiento, ya no a los brillantes resultados obtenidos durante el pasado curso, sino a una trayectoria casi incomparable, casi irrepetible. El cambio de año no ha implicado variaciones. El deportista valenciano sigue como siempre. A lo suyo. Abonado a la victoria, a la épica, a los éxitos. Así lo ha vuelto a demostrar en el reciente Campeonato del Mundo de ciclismo adaptado en pista, celebrado este pasado fin de semana en Milton, Canadá, en el que ha hecho pleno de podios. Cuatro pruebas, cuatro medallas.
Además, el certamen mundialista deparó otra gran alegría. Inesperada hasta para su propio protagonista. Maurice Eckhard se enfundaba el maillot arco iris de campeón del mundo al conquistar la medalla de oro en la prueba de scratch MC2. Es la primera vez que Maurice reina en un Mundial de pista. Antes,, lo había hecho en dos Campeonatos universales de ruta (en 2002, en contrarreloj; en 2007, en la prueba en línea). Días después de concluir este gran evento, y ya en Valencia, hablamos con ambos.
Ricardo Ten: “Estoy convencido de que en Tokio puedo lograr el oro en la persecución de 3 km” Añade aquí tu texto de cabecera
El balance es muy bueno, muy positivo Estoy contento con el resultado, tanto por las medallas, como por los cronos marcados. En todo caso, reconozco que el gran objetivo era el oro en la persecución individual de 3 km. Es la prueba en la que focalizo todos mis esfuerzos y todas mis ilusiones. No ha podido ser en Canadá, esperemos que sí pueda lograrlo en Tokio.
Totalmente. En realidad, el oro se quedó a apenas un segundo. Es decir, es una diferencia salvable. Repito, no descuido la prueba de 1 km (que también la haré en el velódromo) ni tampoco la ruta. Pero, de cara a Tokio, todo se centra en la persecución de 3 km. Estoy convencido de que, con el entrenamiento que voy a hacer, puedo alcanzar la medalla de oro.
A partir de ahora, cinco o seis días de cierta desconexión (risas) y, de inmediato, otra vez a la guerra. El 12 de febrero, empezaré una concentración de 10 días en Sierra Nevada. Con respecto a las competiciones de ruta, no haremos tantas como el año pasado. A finales de mayo, una Copa del Mundo en Italia; y a principios de junio, el Campeonato del Mundo en Holanda. Y ya, después, Tokio.
Maurice: “Sé que no tengo fácil ir a Tokio 2020, pero no me resigno”
La verdad que no me lo esperaba. Llegó casi a la heroica. Soy un ciclista luchador, competitivo y al que le gusta ir siempre al ataque. Jugué mis cartas y, la verdad, me salió bien la jugada atacando desde lejos. Además, a principio de carrera, tuve una avería en el pedal, pero lo superé y conseguí el objetivo.
Voy a seguir peleando hasta que me digan, si me dicen, que no voy a Tokio. Este triunfo ha sido una inyección de moral increíble y me ha demostrado que nunca hay que tirar la toalla. Ahora toca hacer bien la temporada de carretera, que empieza en abril. Dicen que soy veterano, pero yo no me veo así, todavía tengo cosas que decir. Sigo pensando que estaré en Tokio 2020.
Claro que me anima mucho de cara a la carrera olímpica. Estamos luchando por ello y vamos a ver si lo conseguimos. Es posible. Volver a subir al podio siempre anima y me impulsa a afrontar el futuro con más ganas.