Inicio efervescente; caída pronunciada a mitad del curso; recuperación en el tramo final del ejercicio… Medio año de eventos y de competiciones dan para mucho. Subidas, descensos, remontadas, momentos de euforia, instantes de dudas, periodos de decepción… La temporada 2019 firmada por Pablo Herrera (Castelló de la Plana, 29/06/1982) y su compañero Adrián Gavira se ha asemejado a toda una montaña rusa. Un carrusel que ha deparado todo tipo de resultados y sensaciones. En cualquier caso, la conclusión más importante es que la presencia en los Juegos de Tokio está muy bien encarrilada. Todavía no es definitiva. Todavía hay que rubricarla. Pero el billete olímpico para competir en la capital nipona empieza a tomar forma. De confirmarse, el deportista FER afrontaría sus quintos Juegos, un hito que, en el vóley playa, sólo ha alcanzado Emanuel Rego, mítico jugador brasileño. En pleno descanso tras un año de vértigo, Pablo Herrera nos hace balance de todo lo ocurrido y nos habla del futuro más inmediato.
Un notable, entre el 7 y el 8. Arrancamos muy bien, con dos podios (bronce en Doha, plata en Xiamen) y con dos quintas plazas (en Jinjiang y en Ostrava), pero después tuvimos un bajón bastante importante. Afortunadamente, volvimos a mejorar en el tramo final. El nivel es altísimo. Es muy difícil estar siempre bien y arriba, pero debemos evitar caídas como las sufridas a mitad del curso.
No tengo una explicación concreta. Lo hemos analizado y los seguimos analizando. Quizás, sea la excesiva carga de torneos y la exigencia que nos pusimos desde el principio de la temporada. También sufrimos una falta de confianza en nuestro juego. En el deporte, dos más dos no siempre son cuatro. Influyen muchos factores.
Sí. Estamos muy bien situados en los dos rankings, tanto en el olímpico, como en el Mundial. A poco que lo hagamos medianamente bien en los torneos que disputaremos desde enero hasta mayo (momento en que se sabrán las 16 parejas que irán a Tokio vía ranking), yo creo que lo conseguiremos. Tenemos la clasificación muy encaminada.
Una tremenda ilusión. Y más, si es con mi compañero Adrián Gavira. En 2020, cumpliremos 12 años formando pareja. No somos compañeros. Somos como amigos, como hermanos. Hemos compartido momentos de todo tipo. Y la verdad, creo que nos merecemos participar en Tokio, los que pueden ser los mejores Juegos de la historia.
La verdad es que son muchos años jugando al máximo nivel y ya empiezas a plantearte el futuro. Pero la relación con Adrián es excelente, mi estado de ánimo es optimista, los resultados siguen siendo relativamente buenos, las lesiones nos respetan… No descarto cubrir otro ciclo olímpico, pero aún es pronto para contestar. Primero, vamos a competir en Tokio. Después, ya veremos qué nos pide el cuerpo.