Hoy es 24 de julio. Falta un año exacto para que se inicien los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Por ello, el Proyecto FER, que aspira a desplazar una amplia delegación a la capital nipona, ha querido unirse a una cuenta atrás que, ahora sí, ya es definitiva.
Muchos deportistas FER intensifican su trabajo y preparación para conseguir, durante los próximos meses, el billete olímpico. Un pasaporte, ansiado y deseado, que requiere esfuerzo, afán de superación y constancia. Tres de ellos (el taekwondista Raúl Martínez, el atleta Pablo Torrijos y la jugadora de hockey hierba Lola Riera) encontraron unos minutos en su exigente agenda de entrenamientos y se enfrentaron a un divertido reto.
Con la ayuda de un profesor nipón, los tres deportistas FER se presentaron en una de las oficinas de la Agencia de viajes Catai, en Madrid, y pidieron, en japonés, un billete para volar a Tokio 2020. Al margen de divertido, el desafío era complejo. Ni Raúl, ni Pablo ni Lola podían hablar con el comercial de la agencia en español. Únicamente podían expresarse en japonés y ayudarse de gestos. Finalmente, los deportistas, entre risas y con muy buen humor, consiguieron transmitir su mensaje. En pocos meses, los tres protagonistas de esta historia, al igual que otros muchos componentes del Proyecto FER, esperan lograr su pasaporte olímpico. En esta ocasión, el real. El que les permita convertir su sueño en realidad.