Durante las últimas jornadas, diferentes deportistas del Proyecto FER han experimentado grandes alegrías. En algunos casos, sus resultados han representado, por inesperados, gratas sorpresas. En otros, los mencionados logros han certificado unas trayectorias brillantes. Para todos ellos, los recientes triunfos constituyen los mejores acicates para los retos que ya asoman en el calendario. Repasamos, con más detalle, cada una de estas historias:
Meritxell Blesa: el milagro de sóftbol
“Ha pasado casi una semana y todavía casi ni me lo creo. Lo que hemos conseguido es algo casi irracional. Con pocos recursos, hemos logrado la mejor clasificación en un Campeonato de Europa absoluto desde hace 16 años. Y, de paso, nos hemos metido en el Preolímpico. Tiene un gran mérito”. En estos términos se expresa Meritxell Blesa, de 22 años, componente de la selección española de sóftbol que, hace pocos días, conseguía la quinta plaza (de 24 combinados participantes) en el Europeo de la especialidad, evento desarrollado en la República Checa.
Ahora, del 23 al 27 de julio, disputará el Preolímpico en Holanda. “Para nosotras, estar allí es un premio. Es como un regalo. Somos ocho conjuntos y sólo el primero obtiene el billete para Tokio 2020. Va a ser la competición de mayor nivel en la que he estado hasta el momento. Me hace una enorme ilusión», expresa la deportista valenciana.
Juan Ayuso: pura voracidad sobre el asfalto
Hace unos meses, cuando arrancó la temporada (su primer curso como junior), Juan Ayuso, que está a punto de cumplir los 17 años, pensó en recurrir al exorcismo para liberarse del cúmulo de infortunios que le acechaban. A principios de marzo, no pudo completar la primera prueba de la Copa de España de ciclismo en ruta por enfermedad; a finales de ese mismo mes, se retiró de la Gent-Wewelgem de Bélgica tras una desgraciada caída; en abril, una avería de su bicicleta le impidió concluir la mítica Paris Roubaix junior. Hasta aquí, las páginas de sucesos.
Llegó el buen tiempo y salió el sol para el ciclista de Xàbia. Juan dibujó un punto de inflexión con la meritoria quinta plaza en la prestigiosa Trophée Centre Morbihan junior de Francia. Semanas más tarde, a mitad de junio, fue segundo (el mejor de los junior de primer año) en la general de la Vuelta al Besaya de Cantabria, una de las rondas más célebres de cuantas se disputan en territorio nacional para los ciclistas más jóvenes. Y el pasado fin de semana, finalizó tercero (de nuevo, el mejor de los junior de primer año) en la Bizkaiko Itzulia, prueba que transita por la provincia de Vizcaya. “Ahora me encuentro en muy buena forma. Éste es mi objetivo, conservar y, si cabe, reforzar estas sensaciones de cara al mes de agosto, en el que, de forma consecutiva, afrontaré el Europeo (del 8 al 11 de agosto en Holanda) y el Nacional (16-18 de agosto en Asturias)”, comenta este auténtico todoterreno de la bicicleta.
Hugo Arillo y Palmira Tatay: personalidad sobre el tapiz
Ambos tienen 17 años y representan dos grandes valores de presente y futuro del taekwondo nacional. Ambos concluyen en 2019 sus pasos por la categoría junior. Hugo, natural de Elche, está firmando un curso de ensueño. A sus podios en los Open internacionales de Bélgica, Bulgaria y Valladolid, añadió, este pasado fin de semana en Valladolid, un espectacular doblete en los Nacionales junior y sub-21. Es decir, el deportista FER se adjudicó el trono de una categoría a la que, por su edad, aún no se ha incorporado oficialmente.
Lo mismo hizo Palmira Tatay, taekwondista de Sedaví. En la capital pucelana, inicialmente se llevó una ligera decepción al no conquistar el oro junior en menos de 68 kg. La tristeza le duró menos de 24 horas. Tatay demostró madurez y entereza, y, al día siguiente, se adjudicó la corona en el Nacional sub-21. Con todo ello, Hugo y Palmira estarán a principios de septiembre, del 4 al 8, en el Europeo sub 21 de Suecia. Un mes después, se despedirán de su etapa junior con el Campeonato de Europa de la categoría (Marina d’Or, 4-6 de octubre). Ambos ya merecen sendos sobresalientes. Ahora, van a por las matrículas de honor.