“En mi familia, se nace con una pelota en las manos”. Así, de esta forma tan gráfica y contundente, explica Guillem Ferrando Porro (Benifairó de la Valldigna, 08/01/2002) su vinculación con el baloncesto. “No recuerdo exactamente el día en que empecé a jugar, pero estaba predestinado. Todos mis tíos lo practicaron; mi padre fue entrenador y jugador; y, para mis dos hermanos, también es el deporte de referencia…”, explica el nuevo integrante del Proyecto FER. Actualmente, Guillem juega en los equipos junior y EBA del Valencia Basket, “mi club, la entidad de la que soy socio casi desde que nací y en la que espero triunfar. Mi sueño es llegar al primer equipo y conseguir grandes hitos deportivos. Me emociono con la posibilidad de protagonizar éxitos y partidos épicos, como los que he disfrutado desde la grada. Ese es mi gran objetivo”, explica Guillem.
La pasión y la práctica del baloncesto no es el único nexo que une a los hermanos Ferrando. Los tres han tenido una cierta vinculación con las bandas de música. “Sí, la historia es bien curiosa. César, el mayor, toca la trompeta; Marc, el pequeño, la tuba; y yo, la trompa. Bien es cierto que, ahora, solo Marc continúa; incluso, está en el conservatorio. Mi hermano mayor, por los estudios universitarios, y yo, por el baloncesto y los entrenamientos, lo hemos dejado un poco de lado por falta de tiempo, pero no descartamos retomarlo en un futuro. Igual, hasta montamos una pequeña orquesta…”, bromea Guillem. No obstante, al margen de la música, la auténtica pasión y devoción del nuevo componente del Proyecto FER es el basket. “De mi deporte, me gusta todo. Me fascina la competición y todo lo que conlleva: esfuerzo, compromiso, pasión, nervios, tensión… Me encanta formar parte de un equipo, y me encantan los vínculos de amistad y unión entre los compañeros. Y lo que no soporto es perder. Imagino que, con el paso de los años, lo asumiré mejor, pero las derrotas me sientan fatal”, explica el jugador del Valencia Basket.
Con respecto a sus características, Guillem no se define. Mejor le gustaría que le presentasen y le evaluasen así: “como un buen jugador de equipo, que no es egoísta, que organiza los ataques con criterio, que comparte la bola y que no se arruga en los momentos difíciles. Por otro lado, sé que tengo que mejorar en aspectos defensivos, en el tiro y, sobre todo, en mantener la concentración durante los 40 minutos”, comenta el deportista de Benifairó de la Valldigna. En cuanto a sus ídolos o espejos en los que se refleja, Guillem apunta alto: “Mis principales referentes son Pau Gasol y Kobe Bryant. Y en Valencia Basket, me quedo con Bojan Dubljevic y con Rafa Martínez. Primero, porque son dos jugadores impresionantes; y después, porque son dos personas extraordinarias”, señala Ferrando.
Hasta el momento, su principal éxito ha sido la medalla de plata lograda el pasado año con la selección española en el Campeonato de Europa sub-16 en Serbia. Ahora, se encuentra concentrado con el combinado nacional sub-18, que prepara el Europeo de la categoría (Grecia, 27 de julio-4 de agosto). “No tengo nada fácil ser uno de los 12 definitivos, pero me lo estoy dejando todo para conseguirlo. Sería como un regalo de Reyes en pleno verano”, comenta el jugador taronja. Aparentemente introvertido, serio y lacónico (“eso sí, hasta que cojo confianza; luego, ya me lanzo”), Guillem Ferrando solo tiene palabras de agradecimiento y reconocimiento para su madre, Alicia, “por el esfuerzo de traerme todos los días desde Benifairó hasta L’Alqueria. Gran parte de lo que soy y, sobre todo, de lo que pueda llegar a ser en el futuro también llevará su firma”, concluye Guillem.
Valencia Basket es la entidad de la que soy socio casi desde que nací y en la que espero triunfar. Mi sueño es llegar al primer equipo
Guillem Ferrando