Aunque su humildad y su naturalidad le lleven a decir que apenas aprecia cambios, desde el pasado verano, todo, o casi todo, es distinto para Héctor Catalá. Fundamentalmente, en el apartado estrictamente deportivo. La inclusión de su modalidad de paratriatlón (PTVI) en la agenda de competiciones de los Juegos Paralímpicos del 2020, decisión tomada en agosto por el Comité Paralímpico Internacional, ha introducido al deportista natural de Serra, de 30 años, en otra dimensión. La opción, más que real, de competir en Tokio le genera unas expectativas y unas emociones desconocidas hasta la fecha. El paratriatleta FER intenta abstraerse de este nuevo escenario y mantener intacto su ideario: compromiso, esfuerzo y pasión en su día a día. No obstante, Héctor tiene marcadas en rojo 3 fechas muy concretas.
Así es, y ya tengo muchas ganas de que llegue ese momento. He tenido una fase de preparación larga y exigente. De hecho, en los últimos días, he estado concentrado en Sierra Nevada. Ahora, llega el momento de competir, que es lo que más nos motiva y atrae.
Con varias. Y las tengo muy presentes. La primera es el 28 de junio, día en que arranca oficialmente la clasificación para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. A partir de esa jornada, cada competición es vital a la hora de sumar puntos. Además, otra fecha clave es el 1 de septiembre, día del Campeonato del Mundo en Suiza. Y por supuesto, no me puedo olvidar del fin de semana del 14 y 15 de septiembre, jornadas del Campeonato de Europa en Valencia, en mi tierra. Es fácilmente imaginable la ilusión que me genera esta cita. Será muy especial.
En mi categoría, hay cada vez más competencia y más rivales de entidad. Actualmente, destacaría al británico Dave Ellis y al americano Aaron Scheidies, oro y plata, respectivamente en el Campeonato del Mundo de 2018. Ambos son muy buenos y me han obligado a tener que mejorar en los tres segmentos para intentar equipararme a ellos. El año pasado, ya les recorté tiempo. Con el máximo respeto y humildad, creo que podemos seguir estrechando las diferencias. Los veo muy buenos, pero no inalcanzables.
Al igual que todos los guías que he tenido, Gustavo es excepcional. Cada cierto tiempo, estamos juntos en algunas concentraciones. Además, la comunicación es casi diaria. Está muy motivado. Por otra parte, tengo la enorme suerte de tener un excelente grupo de trabajo en Bétera. Son muchos compañeros los que me ayudan en el día a día. Y todo ello, coordinado por mi entrenador, por Jordi Jordà. Me siento un privilegiado.
Disfruto mucho con lo que hago. Me considero muy afortunado de haber podido convertir mi pasión en mi trabajo. Me encanta entrenar todos los días y progresar como deportista. Y hoy en día, me encuentro fenomenal. Por tanto, tengo la intención de prorrogar mi carrera deportiva un tiempo. Cuanto menos, hasta que el cuerpo aguante. Por qué no pensar en cubrir otro ciclo olímpico…