Pablo Torrijos vuelve a volar. Con ligera ayuda del viento, pero vuelve a volar. Este pasado sábado, casi tres años y medio después, el triplista castellonense superaba, de nuevo, los 17m. En el invierno de 2015, durante la temporada de pista cubierta, lo hizo por 2 veces. La primera, para proclamarse campeón de España en Antequera con un registro de 17,03m. La segunda, para convertirse en subcampeón de Europa bajo techo en Praga con un brinco de 17,04m. Desde entonces, solo en dos ocasiones había vuelto a rozar esa frontera tan mágica y simbólica. Curiosamente, con la misma marca, 16,96m. En ambos casos, en el verano de 2017. En junio, en una jornada de la liga de clubes celebrada en Castellón. En agosto, en la Reunión Internacional de Rovereto, Italia. Este pasado fin de semana, durante la final de la División de honor de clubes, el deportista FER e integrante del Playas de Castellón firmaba un concurso de ensueño. De los 6 saltos ejecutados, 3 eran deslumbrantes: 16,90m, 16,99m y 17,02m. Ocurre, sin embargo, que los tres llegaban con viento ilegal, superior a los 2 metros por segundo. En todo caso, parece que Torrijos regresa con fuerza. A sus 26 años, y con el Europeo de Berlín en el horizonte, Pablo promete momentos vibrantes.
En Soria, firmaste un concurso excelente. ¿Cómo te sentiste al saber que, finalmente, el viento no permitiría homologar las grandes marcas alcanzadas, sobre todo el 17,02m?
Contento, porque voy de menos a más, y percibo que estoy creciendo con el paso de las semanas. Es cierto que te queda esa espinita de saber que el viento invalida grandes marcas, pero me quedo con las buenas sensaciones que tuve en Soria y con la línea ascendente que estoy describiendo.
En el salto de 16,99m, tuviste un viento a favor de 2,4. Y en el registro de 17,02m, el viento fue de 2,5. ¿Se puede cuantificar, en centímetros, el beneficio, la ayuda o la ventaja que te concede ese exceso de viento a favor?
Es difícil medirlo. Es obvio que algo ayuda y que concede un beneficio; ahora bien, no sé cuantificarlo si en 5, en 10 o en 15 centímetros. También es cierto que hice un salto de 16,90 con viento de 2,1 a favor, y esa ayuda sí que es prácticamente imperceptible.
No obstante, es una evidencia que el sábado completaste el mejor concurso de tu vida deportiva, ¿verdad?
Sin duda, Tanto por regularidad, como por marcas, fue la mejor serie de mi carrera deportiva. No obstante, también he de decir que los saltos no fueron perfectos a nivel técnico. Creo que en las próximas semanas puedo hacerlo mejor todavía.
¿Te lo esperabas? ¿Pensabas que, a estas alturas de la temporada de aire libre, todavía relativamente pronto, podrías estar a este nivel tan alto?
Sí, aunque todavía es pronto y aún tenemos muchas semanas de aire libre por delante, esperaba un buen registro. Repito que me encuentro con muy buenas sensaciones. De hecho, este próximo viernes en Madrid, espero volver a hacerlo muy bien.
Lógicamente, esta actuación te relanza de cara al Europeo de Berlín, previsto a principios de agosto. ¿Firmas ser finalista, acabar entre los 8 primeros en la capital alemana?
«A priori, ser finalista en Berlín suena bien. Pero no es lo mismo ser finalista con una octava plaza, que ser finalista ocupando o rozando el podio. Por tanto, no firmo nada de antemano»
Nunca hay que firmar nada. La competición es la que pone a cada uno en su sitio. A priori, ser finalista en Berlín suena bien. Pero no es lo mismo ser finalista con una octava plaza, que ser finalista ocupando o rozando el podio. Por tanto, no firmo nada de antemano. Iré a Alemania a por todas. Un Europeo siempre es la mejor oportunidad para los españoles. Hay que aprovecharla.