No cumplirá los 18 años hasta el mes de octubre. No obstante, atendiendo a su comportamiento, madurez, carácter y decisión, nadie diría que Sergio Alamar todavía no es mayor de edad. Invidente desde su nacimiento, el deportista del Proyecto FER es todo un ejemplo personal de superación y de independencia. En lo deportivo, es un modelo de polivalencia. Hasta el año 2016, Alamar estaba centrado exclusivamente en el atletismo. En ganarle centímetros al foso de arena con el salto de longitud. En arañarle segundos al cronómetro en los 100m y los 200m. “Siempre quise practicar el fútbol, pero en el deporte paralímpico no se puede hasta los 15 años. Así que, a los 8, mi madre me apuntó al atletismo. La verdad es que, desde el principio, los saltos y la velocidad se me dieron bien. Pero yo seguía con la intención de correr detrás de un balón”, reconoce Sergio.
En Sergio Alamar, todo, o casi todo, es excepcional. Casi prodigioso. Como aquella huida que protagonizó al escaparse de su colegio a los 11 años. “No me dejaban irme hasta que no viniera mi madre, pero me sabía el camino. Entonces, ¿para qué esperar?”, revela Sergio. También es extraordinaria la rapidez con la que progresó en el fútbol. Como si su mente llevara incorporado un despertador, nada más alcanzar los 15 años, empezó a dar patadas a una pelota. Precoz, valiente, desinhibido y autosuficiente, comenzó a hacer algunos viajes a Alicante para disputar partidos con el ONCE de la capital alicantina. En tiempo récord, fue convocado con la selección española para disputar torneos internacionales. Solo 3 meses después de sus primeras comparecencias con el combinado nacional, el deportista valenciano recibía una de las, hasta entonces, noticias de su vida: la inclusión en el equipo español que disputaría los Juegos Paralímpicos de Río. “Nunca olvidaré el verano del año 2016. Primero, por ser convocado para los Juegos; y después, por el privilegio de participar en unos Juegos con tan solo 15 años. Fue una experiencia impresionante”, rememora Sergio Alamar.
La presencia en los Juegos de Río 2016 significó, tan solo, el inicio de una singladura que se presenta larga y fructífera en la selección española. El pasado verano, Sergio también formó parte del combinado nacional que se proclamó subcampeón de Europa en Alemania. “Una plata que bien pudo ser oro. Merecimos la victoria frente a Rusia. Nos empataron de milagro a última hora. Y en la moneda al aire de los penaltis, a ellos les salió cara y a nosotros, cruz”, recuerda el componente del Proyecto FER. Aquella espina sigue clavada en la memoria de muchos jugadores de la selección; también en la de Sergio Alamar. Ahora, desde este jueves, tendrán la oportunidad de resarcirse. Y qué mejor escaparate para hacerlo que un Campeonato del Mundo. Y que mejor escenario y motivación, que Madrid, la capital de España. “Estamos todos muy ilusionados. Jugar un Mundial en tu país es lo máximo. Ojalá nos salga un gran torneo”, expresa Alamar, quien compartirá evento con otro deportista FER, Iván López Cuenca.
El Campeonato del Mundo de 2018 durará 11 días. Se celebra desde este jueves, día 7, hasta el domingo 17 de junio. Reunirá a 16 selecciones, distribuidas en cuatro de grupos de cuatro combinados. España comparte liguilla inicial con Turquía, Marruecos y Tailandia. Casualmente, el encuentro inaugural será el España-Tailandia. Sergio Alamar confía en que España sea uno de los 2 primeros del grupo y pase a los cuartos de final. “Es muy importante acabar líderes de grupo. En cuartos de final, nos cruzamos con los 2 mejores del grupo C. Se supone que China acabará líder de ese grupo C. Por tanto, hay que evitarlo como sea. Además de China, las otras grandes selecciones son Argentina, Brasil y Rusia. No obstante, el nivel será altísimo”, concluye el deportista FER. Sergio juega de delantero. Incisivo, instintivo, decidido, valiente… Como en su día a día.