Teresa Bueso cruza los dedos. Desea que a la tercera vaya la vencida. Tras dos veranos consecutivos marcados por las lesiones, y por la frustración de no poder estar presente en torneos de postín, la deportista FER vuelve a acariciar la participación con la selección española de rugby 7 en un gran evento internacional: el Campeonato del Mundo, previsto en San Francisco. De momento, Teresa ya ha dado un primer gran paso. Tras regresar hace pocos días de los Estados Unidos, donde compagina sus estudios con la práctica del seven, se ha incorporado a la concentración del combinado nacional. Una presencia que, para Bueso, significa mucho. Muchísimo. Un regreso, una nueva oportunidad. La ocasión perfecta para resarcirse y para espantar los fantasmas del pasado. En 2016, la valenciana se perdió los Juegos de Río por una grave lesión en su rodilla derecha. En 2017, no pudo disputar el Mundial de rugby 15 por una dolencia en su mano. Dos infortunios que ya han quedado atrás. Dos desventuras que solo forman parte del recuerdo. Teresa Bueso ha vuelto.
Pedro de Matías, actual seleccionador nacional de rugby 7, y uno de los históricos jugadores del CAU Valencia, contempla muy seriamente a la deportista FER para disputar las grandes citas de este verano. Para empezar, la quinta y última Serie Mundial de seven del año, que tendrá lugar el fin de semana del 9 y 10 de junio en Francia. Más adelante, a finales de junio, se celebrará en Francia la primera de las 2 fases que componen el Campeonato de Europa absoluto femenino (la segunda será en septiembre, en Kazán, Rusia). Y, por último, a finales de julio, el momento más esperado, el Mundial de rugby 7: “No quiero todavía cantar victoria. Los contratiempos sufridos en los últimos dos veranos me hacen ser prudente. Además, aún desconozco si el seleccionador contará conmigo para el Campeonato del Mundo. Obviamente, reconozco que me hace muchísima ilusión estar entre las elegidas para competir en este evento después de perderme los Juegos de Río y el Mundial de rugby 15 del pasado año, en Irlanda”, comenta Teresa.
A punto de cumplir los 21 años, la jugadora valenciana hace gala de una extraordinaria madurez. Las lesiones y posteriores rehabilitaciones la han curtido, la han hecho más paciente. Las dos temporadas que lleva en Estados Unidos han resultado “muy enriquecedoras. A nivel personal, sigo creciendo. Estar tan lejos de casa tiene sus inconvenientes, pero también muchas ventajas”, explica la deportista FER. En lo deportivo, en el último año ha experimentado una progresión asombrosa. Prueba de ello es que ha revalidado el título de campeona universitaria americana con el equipo de su Universidad, Lindenwood (Missouri). Con dedicación, esfuerzo y constancia, Teresa ha demostrado que su talento no tiene límites. En breve, quiere exhibirlo con la selección española.
Considerada como una de las grandes joyas del rugby valenciano, la deportista FER espera que las lesiones “me respeten por fin y me permitan disfrutar de mi pasión en los grandes torneos internacionales”, comenta Teresa. De no surgir nuevas contingencias, la valenciana tendrá la oportunidad de explotar su potencial, de volver a brillar sobre el campo y de disfrutar del rugby.