Sin fiestas para Ricardo Ten y Maurice Eckhard. Al tiempo que la ciudad de Valencia y muchas localidades de la Comunitat Valenciana se disponen a celebrar las fallas, dos de los principales deportistas paralímpicos del Proyecto FER han de abstraerse de la atmósfera festiva. Hay una razón muy poderosa: la inminencia del Campeonato del Mundo de ciclismo paralímpico en pista. La cita, prevista en Holanda, del 14 al 17 de marzo, representa uno de los grandes eventos del deporte adaptado a nivel internacional en este año preolímpico. En verano, llegará el Mundial de ruta. Curiosamente, también con sede en los Países Bajos.
En el velódromo holandés, uno de los grandes reclamos será Ricardo Ten (categoría de discapacidad MC1). A sus 43 años, el longevo y laureado deportista FER volverá a absorber la atención de los focos. En pocos días, Ten defiende la corona universal conquistada el pasado año en la prueba de persecución individual de 3 km en Río de Janeiro. “El objetivo no puede ser otro que revalidar la medalla de oro. Primero, por reeditar el éxito logrado en 2018; y después, porque estamos a poco más de un año de los Juegos de Tokio y tenemos que seguir aportando nuestra contribución para que la delegación española sea lo más numerosa posible en la capital japonesa” apunta Ricardo. El ciclista valenciano no sólo disputará la persecución de 3 km. También hará la prueba de 1 km, en la que se colgó el bronce en el Mundial de 2018, y el scratch, modalidad en la que sufrió una aparatosa caída en el velódromo carioca de Río de Janeiro. Todas estas pruebas se separan por categorías de discapacidad; si bien, sólo la persecución de 3 km forma parte de la agenda de Tokio 2020.
Ricardo Ten ha logrado que cada una de sus comparecencias sean sinónimo de expectación, de emoción, de espectáculo… y de exigencia. A pesar de llevar tan solo 2 años dedicado al ciclismo de forma regular, el deportista valenciano cuenta sus actuaciones por podios. Se le asigna una medalla antes de empezar a competir. Una presión que Ricardo gestiona con naturalidad, con oficio, con experiencia, sin aspavientos. “Claro que sé que, de mí, se espera una medalla en este Mundial. Soy consciente y lo llevo bien. Yo también lo deseo. No hemos de olvidar que, de cara a los Juegos de Tokio, sin descartar brillar en la ruta, mis principales esfuerzos y energías van a centrarse en el velódromo; en concreto, en la prueba de persecución individual de 3 km. Por tanto, este Mundial de Holanda será como una referencia muy fiable de cara a Tokio 2020”, señala Ten.
El objetivo no puede ser otro que revalidar la medalla de oro del pasado año en la persecución individual de 3 km
Ricardo Ten
Pero Ricardo no viajará solo a Holanda. Le acompañará Maurice Eckhard (MC2), otro ilustre veterano de 35 años. Lejos quedan las 3 medallas de bronce logradas por Maurice en la persecución individual de 3 km en los Mundiales de pista de Alemania 2002, Suiza 2006 y Francia 2007. “Reconozco que subir al podio es muy complicado. Tengo un objetivo más modesto: mejorar la décima posición alcanzada el pasado año en Río de Janeiro y acabar la competición entre los 6 primeros. En la actualidad, mis principales opciones pasan por la ruta, por la carretera. No obstante, voy a Holanda con muchísima ilusión y motivación”, señala Maurice. En el velódromo de los Países Bajos, Eckhard también afrontará la prueba de 1 km, donde en 2018 fue duodécimo, y el scratch. Cuenta atrás, por tanto, para el Campeonato del Mundo de ciclismo en pista paralímpico, una de las principales citas del Proyecto FER en el mes de marzo.