El balonmano es el deporte que más ha crecido en el equipo FER 2018. De una tacada, ha pasado de dos a seis componentes. A la presencia de Silvia Navarro y Lara González (indiscutibles en la selección femenina durante los últimos años, integrantes del combinado español en los Juegos de Río 2016 y, si no ocurre nada extraño, olímpicas también en Tokio 2020) hay que sumar el desembarco de cuatro chicos. Cuatro jóvenes que tardarán en olvidar el pasado verano gracias a los éxitos logrados con sus respectivas selecciones nacionales. De momento, nos centraremos en Juan Antonio Sarió y David Soriano, subcampeones del mundo en categoría juvenil. Una gesta firmada en Georgia, y cuyas sensaciones esperan revivir en pocos meses. En este caso, en el Campeonato de Europa junior, categoría a la que se incorporan.
Voces muy autorizadas apuntan que Juan Antonio Sarió (01/07/1998) está llamado a convertirse en el próximo referente del balonmano valenciano. Nieto e hijo de balonmanista, Toni, así es conocido en el mundillo, lleva este deporte en la sangre. Además, nació en Puerto de Sagunto, una de las cunas del balonmano en la Comunitat Valenciana. Sus imponentes 2 metros de altura y sus dones innatos para la práctica de esta modalidad le auguran un prometedor futuro. Esta ha sido la primera temporada en que el nuevo componente del Proyecto FER ha abandonado su Puerto de Sagunto natal para jugar en el Ikasa Madrid de la División de honor de plata, la segunda categoría nacional. Toni actúa como lateral izquierdo. “Algunos de los grandes jugadores en los que me inspiro son el francés Karabatic, el danés Mikkel Hansen o el hispano Joan Cañellas”, apunta Toni Sarió.
A punto de cumplir los 20 años, los alcanzará el próximo 1 de julio, Toni Sarió es un “enamorado del balonmano y, en general, de todos los deportes. Me considero como un deportista trabajador, comprometido y responsable. Mi punto fuerte es el lanzamiento exterior. Por contra, he de mejorar el uno contra uno en ataque, así como en aspectos defensivos”, comenta el jugador valenciano. Estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Sarió sueña con estar este verano en el Campeonato de Europa junior, la misma esperanza que abriga David Soriano (24/02/1999, Alicante), para quien el balonmano “no es un simple deporte, es un estilo de vida. No pierdo la esperanza de que algún día consiga la valoración, el reconocimiento y el seguimiento que se merece por todos los numerosos éxitos que ha aportado al deporte español en los últimos años”, comenta el nuevo componente del Proyecto FER.
David Soriano ha pertenecido toda su vida, también en la actualidad, al Agustinos de Alicante, ciudad que vibró con el mítico Calpisa en los años 70 y 80. Su demarcación es la de lateral izquierdo. “Intento aprovechar mi altura, supero los 2 metros de altura, para sacar ventajas, aunque ello me impide ser menos ágil en otras facetas del juego”, explica el deportista FER. Se define como autocrítico, autoexigente, ambicioso Y perseverante (“no es fácil que me dé por vencido y soy cabezota”, apunta). Le gustan el fútbol y el baloncesto y cuando se le pregunta por un ídolo, David lo tiene claro: “tengo especial debilidad por Viran Morros. Me identifico con él. Ojalá pudiera acercarme solo a la mitad de su palmarés”, concluye el balonmanista alicantino.