Dos deportistas del Proyecto FER, Javier Mario Carrión y Marcos Poggi, se convirtieron el pasado fin de semana en partícipes de un resultado histórico del deporte español. Con la sexta plaza obtenida en Ciudad del Cabo, la selección de rugby 7 firmó el mejor registro de siempre en las Series Mundiales, la competición de seven más prestigiosa y célebre a nivel internacional.
En 2017, alcanzaron sendos séptimos puestos. Tras el undécimo lugar obtenido en la Serie inaugural de este curso, la celebrada entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Dubái, los conocidos como “Leones” han certificado en Sudáfrica una enorme competitividad. Aunque hay ciertos rivales que siguen siendo prácticamente inaccesibles (Estados Unidos, Nueva Zelanda, Fiji, Sudáfrica o Australia), el combinado dirigido por Pablo Feijoo va recortando diferencias con otras grandes potencias, a las que ya consigue superar o, cuanto menos, tutear sin complejos.
Es un evento apasionante. Agotador por los largos viajes, durísimo por el nivel y la calidad de los rivales, pero apasionante
Javier Carrión
Las Series Mundiales masculinas 18-19 están compuestas por 10 jornadas, diseminadas por los cinco continentes. En el tramo final de 2018, se disputan 2 de ellas. Las otras 8 se desarrollan desde finales de enero hasta principios de junio. Reúnen a 16 conjuntos nacionales. “Es un evento apasionante. Agotador por los largos viajes, durísimo por el nivel y la calidad de los rivales, pero apasionante”, señala Javier Carrión, uno de los fijos de la selección española, y que más protagonismo ha tenido en Dubái y en Ciudad del Cabo.
Tras la celebración de estas 2 primeras Series, el combinado nacional ocupa la novena plaza en la clasificación general provisional. Acumula 17 puntos. Solo la peor de las 16 selecciones participantes pierde la categoría. Aunque todavía falta una eternidad por delante, España ya ha hecho buena parte de los deberes. En realidad, la meta de la salvación ya se queda pequeña. Es más, sus rivales ya no son Kenia, Japón, Gales o Canadá. “Los Leones” ya habitan en un escalón superior.
Las ocho Series Mundiales masculinas previstas durante el primer semestre de 2019 son las siguientes: Nueva Zelanda (26-27 de enero); Sídney (2-3 de febrero); Las Vegas (2-3 de marzo); Canadá (9-10 de marzo); Hong Kong (6-7 de abril); Singapur (13-14 de abril); Londres (25-26 de mayo); y Londres (2-3 de junio). Aunque esta competición es muy golosa y atractiva, los componentes del combinado española tienen el principal objetivo de 2019 muy claro. “Por supuesto que vamos a seguir afrontando las Series Mundiales con la máxima motivación, seriedad y rigor. Enfrentarse a estas super selecciones no solo es un placer; además, representa un enorme reto, y ofrece la mejor herramienta para continuar creciendo.
No obstante, nuestro gran objetivo del próximo año llegará durante el verano, con las 4 fases que integran el Campeonato de Europa. Solo el campeón del Europeo logra el billete directo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Es difícil, pero creo que estamos perfectamente capacitados para conseguirlo. A las últimas pruebas hay que remitirse”, comenta Marcos Poggi, un auténtico pura sangre del rugby seven, capaz de alcanzar una impresionante punta de velocidad.
Solo el campeón del Europeo logra el billete para Tokio 2020. Es difícil, pero creo que estamos capacitados para conseguirlo
Marcos Poggi
Otro de los grandes avales de esta selección española de rugby seven es su juventud. La edad media está entre los 25 y los 27 años. Un gran augurio para el futuro. Otro motivo más para el optimismo. En 2016, el combinado nacional de seven cautivó con su clasificación para los Juegos Olímpicos de Río. Dos años y medio después, “Los Leones” siguen dando satisfacciones. Si cabe, más todavía. Porque son mejores. Porque son más fuertes. Porque son más rápidos. Y, sobre todo, porque aún no han tocado techo.