En el deporte, como en la vida, el tiempo no se detiene. No da una tregua para catar las mieles del éxito o para digerir los sinsabores de un mal resultado. Siempre hay una competición a la vuelta de la esquina. Bien lo sabe, Ana Pérez Box (Alicante, 29 de diciembre de 1995). A sus casi 22 años, la judoca del Proyecto FER afronta en 5 días el Campeonato de Europa sub 23, previsto en Podgorica, la capital de Montenegro Una competición, la de mayor nivel en su categoría del Viejo Continente, en la que aspira a refrendar su buen momento de forma. A finales de octubre, en la Copa de Europa absoluta de Málaga, lograba la medalla de plata en la categoría de menos de 52 kg. La alicantina se deshizo de todas sus rivales menos en la final, donde cayó a manos de una contrincante francesa. En la capital montenegrina, también se traza el objetivo de ascender al podio.
Apenas has competido este año, pero la plata lograda hace unos días en Málaga parece indicar que llegas en buenas condiciones al Europeo sub 23 de dentro de pocos días…
Sí, el año pasado fue un poco complicado para mí. Tuve una lesión en el codo que se acabó alargando más de lo previsto y me obligó a pasar por el quirófano a final de año. Sin embargo, parece que las cosas ya van mejor y, la verdad, en Málaga tuve muy buenas sensaciones.
Esta es tu última temporada como sub 23 a nivel internacional. En el Europeo sub 23 de 2015 fuiste quinta; en el de 2016, séptima. Y este año, ¿a qué aspiras?
Claramente, este año mi objetivo es subir al podio, hacerlo lo mejor posible. Vamos a por una medalla.
El 2018 ya competirás en categoría absoluta. Hay Europeo y Mundial absolutos ¿Crees que puedes estar en un certamen de este nivel?
Sí, estamos luchando para estar en estos eventos. La plata de la Copa de Europa de Málaga nos ha acercado un poco. Ahora solo queda seguir trabajando y seguro que lo conseguiremos.
Compartes categoría de peso corporal (menos 52 kg) con Laura Gómez. ¿Qué piensas cuando dicen que eres su relevo natural?
Por un lado, es un halago, y por otro, una responsabilidad. Pero para eso estamos luchando y trabajando día a día.
Hace un año, por estas fechas, nos dijiste que eras un poco impaciente, impetuosa en el tatami, que debías aprender a ser más fría, más calculadoras, a controlarte un poco más. ¿En qué has cambiado?
Creo que he crecido, tanto fuera como dentro del tatami. Aunque, he de reconocer que todavía he de aprender a controlar mis ansías en pleno combate y a ser más calculadora. Pero, poco a poco, lo estoy consiguiendo.