Aunque jóvenes como Sergio Martos, Ana María Martínez Rolania y, sobre todo, Eva Coronado están llamados a abonar el futuro, dos son los nombres que representan el presente más rabioso de la natación adaptada valenciana. José Antonio Marí y Ariadna Edo se erigen en los dos grandes referentes de esta disciplina para este nuevo ciclo paralímpico, que confluirá en Tokio 2020. A pesar de su dilatada experiencia, Jose Antonio llegará a la capital nipona con 31 años, una edad todavía competitiva. Por su parte, Ariadna, se presentará en sus segundos Juegos con 22 años. Su exuberante juventud alimenta su más que posible condición de leyenda sobre la piscina y que empezó a forjar con la memorable medalla de bronce en los 400m libres S13 en el Centro Acuático de Río 2016. Para la castellonense, la ruta por la fama acaba de empezar.
Por mucho que entre Río 2016 y Tokio 2020 haya grandes citas para seguir reforzando su presencia en la élite internacional, no será fácil que los futuros éxitos, ya sean en un Europeo o en un Mundial, puedan restañar por completo las heridas anímicas que José Antonio Marí sufrió en la piscina brasileña. El nadador valenciano acudía a Río con unas expectativas altísimas. Con serias opciones de subir al podio. Incluso, en más de una prueba. Pero en ocasiones, por perfecta que sea la predisposición ante un reto y la preparación de un desafío, el resultado conseguido no es el esperado ni el merecido. A la hora de buscar explicaciones, no hay un porqué concreto. Ocurre lo que no se desea y ya está. Sin más. Para rabia e impotencia del protagonista en cuestión. Exactamente lo que le sucedió al nadador FER en la capital carioca. José Antonio reconoció que sufrió “un duro palo” y se fue con la mochila vacía. Ganador y ambicioso, plantea revancha para Tokio.
Mientras, Ariadna Edo se confirmó en Río 2016 como una auténtica realidad. La castellonense lo reúne todo para marcar una época. Posee talento, personalidad, pasión… y, lo más importante, autocrítica. Así lo atestiguó segundos después de la épica remontada que le concedió la medalla de bronce en los 400m libres S13 (discapacidad visual) en Brasil. La nadadora FER mezclaba su innegable alegría con un punto de inconformismo por su discreta marca. El mejor punto de partida para evitar la autocomplacencia y la relajación. La prueba más evidente de su carácter, su ambición y afán de superación. Como ella misma reconoce, todavía es muy joven. Tiene un amplísimo margen de mejora y de crecimiento. Con su actitud, con su talante y con su generosidad en el esfuerzo, su fértil producción está fuera de toda duda.
De momento, José Antonio y Ariadna afrontan un año 2017 cuyo momento culminante llegará en octubre, con la celebración del Campeonato del Mundo en México. Antes, como es habitual, disputarán los Campeonatos de España por selecciones autonómicas y por clubes. Auténticos trámites para el nivel que ambos atesoran. Seguro que los nadadores más jóvenes del Proyecto FER los miran con atención y los consideran como el mejor espejo para el futuro.