Vuelven los giros más espectaculares, las piruetas más impactantes, los equilibrios más asombrosos, los vuelos más fascinantes… Tras los Juegos Olímpicos de Río 2016, la gimnasia artística retoma su dinamismo con la disputa de las Copas del Mundo. Como la celebrada el pasado fin de semana en Cottbus, Alemania. Una de las más celebres del calendario internacional. El lugar en el que Néstor Abad sufrió en 2014 su segunda gran lesión en su rodilla derecha. Solo han pasado tres años, pero aquello parece la prehistoria. Desde aquel percance hasta la actualidad, en la vida del representante FER se han sucedido los acontecimientos, personales y deportivos, a una velocidad de vértigo. Fue padre, se implicó al máximo en promocionar su disciplina a través de las redes sociales, se consagró como el mejor gimnasta español del momento y participó en sus primeros Juegos Olímpicos en Río.
Camino de los 24 años, los cumplirá en marzo de 2017, Néstor Abad se quedó con ganas de más en Río 2016. Al final, tuvo que conformarse con una trigésima plaza en la suma de los seis aparatos y con el decimoctavo lugar, su mejor registro, en el ejercicio de barra fija. “Ya me lo imaginaba, pero hay que estar en unos Juegos para certificar su grandeza. Es una experiencia inigualable”, señala el deportista de Alcoi. Tal vez por ello, responde con una firmeza aplastante cuando se le pregunta por el próximo ciclo olímpico: “todavía falta mucho, en cuatro años pueden pasar muchas cosas, pero mi horizonte apunta a Tokio 2020. Si me respeta la salud, allí estaré. Ese es mi sueño y mi destino. Si consigo clasificarme, llegaré en mejores condiciones que en Río. Tendré 27 años, estaré en plena madurez deportiva, con más experiencia, con más bagaje y, espero, con una preparación más completa”, explica Néstor Abad.
Su paso por la Copa del Mundo de Cottbus, una competición de un apreciable nivel participativo, ha ofrecido buenos resultados. Se enfrentó a dos ejercicios, anillas y barra fija. Y en ambas modalidades alcanzó la final y ocupó sendas quintas plazas. “El reencuentro con la alta competición ha resultado muy positivo. He experimentado buenas sensaciones. Y ya arriesgo mucho más. Por ejemplo, en la disciplina de anillas me atreví con la misma salida en la que me lesioné en 2014. He perdido el miedo, he ganado en confianza y seguridad. Estoy contento. Me siento bien y creo que voy por el buen camino”, añade, optimista, el componente del Proyecto FER.
Vegetariano en su alimentación desde hace 4 años (“lo noto para bien, mi cuerpo lo agradece”, apunta), Néstor Abad bastante tiempo a la difusión vía redes sociales de la gimnasia artística, “esa modalidad que tanto gusta a la gente, así me lo transmiten, pero que solo es noticia cada cuatro años”, explica el deportista alicantino. Convertido en el mejor gimnasta nacional durante los dos últimos cursos, para Néstor, el ejercicio 2017 presenta dos grandes citas: el Campeonato de Europa de abril en Rumania y, sobre todo y como traca final del año, el Campeonato del Mundo de octubre en Canadá.