Las conocidas como las “gemelas” del taekwondo valenciano vuelven a escena. Y siempre que Blanca Palmer y Tamara Miquel pisan el tapiz para afrontar un certamen de carácter internacional, todos los focos se encienden a plena intensidad. Crece la expectación. En esta ocasión, las dos deportistas del Proyecto FER se encuentran en Canadá, sede del Campeonato del Mundo junior. Otra oportunidad para demostrar el talento, la ambición, la ilusión, las ganas y el futuro que ambas atesoran. Otra competición para certificar sus extraordinarias progresiones.
Un rápido repaso al año 2016 que está protagonizando Blanca Palmer solo puede causar asombro y admiración. La taekwondista de Gandía parece infalible. Con tan solo 17 años, apenas pierde. Adicta a los triunfos, demuestra voracidad en cada torneo que afronta. A las pruebas hay que remitirse. Durante el presente curso, Blanca se ha proclamado campeona de España en los tres Nacionales que ha disputado: el absoluto, en Leganés; el sub 21, en Valencia; y el junior, en Segovia. Además, obtuvo sendas medallas de plata en la Copa Presidente, competición desarrollada en Alemania, y en el Open Internacional de Serbia, dos prestigiosos certámenes internacionales en los que Blanca no acusó la presión de ser una de las participantes más jóvenes. Más bien, al contrario. Ejemplo de madurez y personalidad.
No obstante, su gran eclosión se escenificó en el Campeonato de Europa absoluto de Suiza, donde alcanzó una espectacular medalla de plata. Todo un golpe de efecto. Una evidencia de sus ilimitadas aspiraciones. Un hito que le permitió pasar de ser revelación a sensación. Con estas credenciales, Blanca se presenta en el Mundial junior como la gran favorita para adjudicarse el oro, la presea más deseada y cotizada. La gandiense competirá en la categoría de menos de 46 kg. En menos de 49 kg lo hará su inseparable Tamara Miquel, una especie de volcán en permanente erupción. Si Blanca transmite más frialdad y aparenta ser más calculadora, Tamara (Picanya, 06/01/1999) es pura pasión. Para ella, el taekwondo no es una afición. Es devoción. O quizás, algo más.
Solo así se entiende que hace un mes, en el Campeonato de España junior disputado en Segovia, Tamara desafiara incluso a los informes médicos que le aconsejaban no competir tras una rotura fibrilar sufrida tres semanas antes. Pero la deportista FER no entiende de precauciones. Tamara arriesgó y ganó. Se proclamó campeona de España junior y logró el billete para competir en el Mundial de la categoría. La taekwondista de Picanya busca mañana su particular reencuentro con las mieles internacionales, las que se le resisten desde el pasado año. Para demostrar que no se había ido. Solo era un paréntesis. Un paso atrás para coger más impulso. Para volver con más fuerza. Las gemelas del taekwondo valenciano quieren conquistar mañana Canadá.