La moda de los fichajes mediáticos no es exclusiva de las grandes ligas. También hay sonoras incorporaciones en modalidades y campeonatos no tan relevantes. Por ejemplo, en la División de Honor B de rugby, la segunda categoría del rugby nacional, competición que este año se presenta más valenciana que nunca. De hecho, de los doce conjuntos que integran el grupo B de la misma, cinco son de la Comunitat: el clásico combinado de La Vila-joiosa, y otros cuatro equipos de la ciudad de Valencia: el Tecnidex, Les Abelles, el CAU y el Tatami Rugby Club. Y precisamente, a esta última entidad han llegado este verano dos refuerzos de campanillas. Ni más ni menos que dos jugadores que, hace apenas un mes, fueron olímpicos en los Juegos de Río 2016 con la selección española de rugby 7. Son Matías Tudela y César Sempere.
Los dos integrantes del Proyecto FER no solo ejercen de jugadores. Son ejemplos de polivalencia. Se desenvuelven sobre el terreno de juego, pero también en el banquillo y los despachos. Combinan los ensayos, las melés y los placajes con funciones de coordinación y dirección. Pretenden poner al servicio del Tatami toda la experiencia acumulada durante los años de práctica profesional. César Sempere ya ha decidido renunciar a la selección española. Tanto a la 15 como a la de seven. Ahora, reconoce “una gran ilusión por convertir a la histórica entidad valenciana en mucho más que un simple club de rugby. Pretendemos que el aspecto social sea tan o más importante que lo simplemente deportivo. Sin lo social, no hay club. Y sin club, no hay rugby. Y queremos que el Tatami trascienda el balón ovalado e incorpore más modalidades o secciones. Para empezar, remo y pádel. La idea es hacer del Tatami un referente multideportivo a nivel nacional”, apunta César, que será uno de los jugadores del equipo y, además, mánager general de todo este nuevo proyecto.
Mientras César se desdoblará entre el campo y las oficinas, Matías asumirá las competencias deportivas. Juez y parte. Jugará los partidos; pero además, oficiará de entrenador del primer equipo y desarrollará las funciones de director técnico. “Mucho trabajo por delante, pero una enorme motivación para llevarlo adelante”, apunta Matías, quien está a la espera de conocer los planes de futuro de la Federación Española con el rugby 7 para decidir si continúa con la selección o si, por contra, pone punto y final a su trayectoria con el combinado nacional tras la participación en los Juegos de Río 2016. Además, del primer equipo, tanto César como Matías se muestran satisfechos por la cantidad de chicos y chicas jóvenes que forman parte de la escuela del Tatami. “Tenemos un equipo femenino y, además, contamos con conjuntos en las categorías sub 18, sub 16, sub 14, sub 10, sub 8 y sub 6. Estamos rozando las 200 fichas y apreciamos un considerable incremento de la presencia femenina”, apunta, muy contento, César. Otras de sus principales líneas de actuación se centrarán en fomentar el deporte inclusivo, en educar al máximo a los más jóvenes e involucrar a los padres con la participación en diversas actividades.
Los dos deportistas del Proyecto FER anteponen la construcción de un club con sólidos cimientos al ascenso de categoría. “El salto a la División de honor no es el principal objetivo a corto plazo. Si se pone a tiro, lo lucharíamos. Pero no es algo perentorio. En un futuro, sí. Todo a su tiempo”, comentan ambos. “Además, la División de Honor B será este año muy divertida. Habrá muchos derbis entre los diferentes equipos valencianos que la conformamos”, apunta Matías Tudela. Ambos están convencidos de que el rugby tiene mucho margen de crecimiento en Valencia y en la Comunitat. Y quieren poner de su parte para que el deporte del balón ovalado continúe ganando protagonismo. A sus 32 años, conservan la ilusión de los principiantes.