Mente privilegiada, cuerpo de hierro. Esta puede ser una buena definición para presentar la figura de Sugoi (asombroso en japonés) Uriarte. Vitoriano de nacimiento, valenciano de adopción y formación deportiva, el judoca FER todavía no ha borrado de su mente el doloroso momento en que una controvertida decisión arbitral le privó de la medalla de bronce en los anteriores Juegos Olímpicos. Sus lágrimas mientras abandonaba el tatami se convirtieron en una de las imágenes más impactantes ofrecidas por la delegación española presente en Londres 2012. Cuatro años más tarde, y sin haber visto todavía aquel combate (“lo reconozco, no soy capaz”, afirma), Sugoi viaja a Río dispuesto a restañar esa herida que rasgó su alma.
“Quiero una medalla, por supuesto. Los de Rio serán muy posiblemente mis últimos Juegos Olímpicos. Deseo saldar la cuenta pendiente desde 2012. Y no solo por mí; también por mi madre, que falleció pocos meses antes de competir en Londres hace 4 años. Ella fue quien me animó a venirme a Valencia” comenta, emocionado, el deportista FER. Su voz pausada y su trato afable se tornan en fiereza, en carácter indómito, cuando se enfunda el kimono. Subcampeón del mundo en 2009, campeón de Europa en 2010 y con tres medallas alcanzadas en este curso (doble oro en los Open de Perú y Argentina, y bronce en el Grand Slam de Bakú), Sugoi se ve “mejor que nunca. Es curioso. Los analistas no me dan como uno de los favoritos en mi categoría (66 kg), pero yo me encuentro con muy buenas sensaciones, tanto físicas como mentales”, afirma el judoca del Proyecto FER.
Sugoi competirá en Río el domingo 7 de agosto. El mismo día y, posiblemente, a la misma hora que lo hará su esposa, Laura Gómez. “Si ya es casi imposible que una pareja se clasifique para unos Juegos, que ambos entren en acción el mismo día y a la misma hora es casi un hecho único, inédito”, comenta el deportista valenciano. Por tanto, tanto Sugoi como Laura podrán estar presentes en el desfile de la ceremonia inaugural. “Ya lo hice en Londres. Aunque estás muchas horas de pie, ese momento hay que disfrutarlo. Al día siguiente tienes el pesaje, pero hay tiempo para descansar y para concentrarte de cara al día D”, explica Sugoi, quien señala a un coreano, un ruso y un japonés como los rivales más temibles en su categoría de peso.
Licenciado en Organización Industrial, Sugoi Uriarte es un apasionado de todos los deportes; sobre todo, como buen vitoriano, del baloncesto. Además ha cursado y finalizado un Máster en Gestión Deportiva, toda una declaración de intenciones sobre hacia donde quiere orientar su futuro en cuanto abandone la práctica profesional del judo. De momento, en su horizonte solo se aprecian el Cristo Redentor, la Playa de Copacabana, o el Cerro del Corcovado. No por motivos turísticos. Son algunos de los símbolos de Rio de Janeiro, el destino en el que Sugoi desea poner una rúbrica mágica a una dilatada trayectoria de más de 20 años dedicada al judo. Le espera el ippon de su vida