Se acercan los Juegos Olímpicos. Su proximidad es directamente proporcional al creciente interés por aquellos deportes habitualmente más desatendidos o minoritarios. Por ejemplo, el triatlón. Nombres como los de Javier Gómez Noya, Mario Mola o Fernando Alarza, firmes candidatos a medalla en Rio 2016, resultan cada vez más familiares. En la prensa, en la televisión, en las tertulias de café. Y en el Proyecto FER, la emergente disciplina que aúna natación, ciclismo y carrera a pie está perfectamente representada. De hecho, uno de sus exponentes ofrecía este pasado fin de semana un grandioso logro. Javier Lluch Pérez (Valencia, 23/04/1998) se proclamaba campeón de Europa junior. El mejor triatleta continental de los 76 participantes. Javier ya había dejado mensajes de su talento y futuro en los últimos meses y años. Sin embargo, ninguna de las conquistas alcanzadas es comparable a la estruendosa campanada protagonizada este pasado sábado en Lisboa.
Han pasado ya tres días desde tu proclamación como campeón de Europa junior. ¿Ya lo has asimilado o todavía casi ni te lo crees?
Todavía no del todo. Con el paso de las horas y los días, voy siendo consciente de la dimensión de lo logrado, pero sigo en una nube. De hecho, cuando crucé la meta, estaba desorientado. No sabía si me encontraba compitiendo en Lisboa, si era campeón de Europa, o si era todo un sueño. Tenía una sensación extraña. Poco a poco, lo voy asumiendo, pero cuesta.
Antes de la prueba, firmabas acabar entre los 8 primeros. ¿Ha sido la mejor actuación de tu vida, o incluso ha habido días con mejores sensaciones?
Sí, la carrera de este pasado sábado ha sido la mejor de vida. Me encontré pletórico y con unas grandes sensaciones de principio a fin. Sufrí, claro, pero disfruté mucho más. Para mí, la clave fue mi gran sector de natación. He mejorado mucho en esta disciplina.
Javier Gómez Noya, Fernando Alarza y Mario Mola son actualmente grandes referentes en el triatlón nacional e internacional. ¿Con cuál de los tres te identificas más y por qué?
La verdad es que me resulta muy difícil quedarme solo con uno de los tres. Son todos ellos tan grandes y tan buena gente… Si tuviera que elegir algo de cada uno, me quedaría con el carácter y la constancia de Javier, con el potencial de Fernando y con la carrera a pie de Mario.
Imaginamos que has recibido incontables felicitaciones. ¿Cuál te ha hecho más ilusión?
La noche del sábado pensaba que mi móvil y el de mi padre iban a explotar de la cantidad de llamadas y mensajes recibidos. De hecho, todavía tengo pendientes algunas respuestas. Pero me hizo especial ilusión la felicitación de Javier Gómez Noya, que se acercó a hablar conmigo nada más acabar el Campeonato. Estuvo muy cercano. Fue un momento muy especial.
Y a partir de ahora, ¿qué? ¿Qué se puede esperar de todo un campeón de Europa?
A partir de ahora, a seguir entrenando y mejorando con la humildad y la ilusión de siempre. He hecho mucho y, al mismo tiempo, no he hecho nada todavía. Solo pido una cosa: que me siga respetando la salud. Por lo demás, mis siguientes objetivos a corto plazo son el Europeo absoluto de modalidad sprint de finales de junio en Francia, y el Campeonato del Mundo junior de septiembre en México.