En sí mismo, el Proyecto FER representa un universo plural y variopinto. Una de sus principales características es la diversidad. Variedad reflejada en la gran cantidad de deportes, edades, procedencias, estudios… Abundan las curiosidades. Una de ellas es la exclusividad del sector femenino en la especialidad de los lanzamientos de atletismo. Cinco componentes del Proyecto FER practican el peso, la jabalina, el disco o el martillo. Y todas ellas son féminas. Paula Ferrándiz, Judit Prats, Ana Polo, Marina Conesa y Laura García Bosch conforman este colectivo tan particular. Aúnan concentración, fuerza y potencia para desplazar sus respectivos artefactos a la mayor distancia posible. Las cinco reivindican una modalidad muy vocacional y que representa la disciplina más olvidada y menos prospera del atletismo español.
“Empecé a practicar los lanzamientos porque era más corpulenta que el resto de chicas”, comenta Paula Ferrándiz, atleta alicantina de 20 años y nacida en San Vicente del Raspeig. “No diría que practico una disciplina poco atractiva. Al contrario. Al ser pruebas más técnicas, son más artísticas y plásticas”, añade la campeona de España junior en lanzamiento de disco. Este año, Paula ha ascendido a la categoría sub 23, exactamente igual que Judit Prats y Ana Polo. Para Judit (Gandía, 15/12/1996), y medallista de oro junior de lanzamiento de peso en 2015, “nuestra especialidad también tiene su magia y atractivo, aunque la gente pueda sentir más interés por las carreras o los saltos”. Por su parte, según Ana Polo, atleta castellonense de 20 años y campeona nacional de martillo, no cree que esta disciplina sea “el patito feo del atletismo español. Requiere de mucha dedicación y esfuerzo. Seguro que, sí los espectadores nos prestaran más atención, descubriría muchos alicientes y encantos”.
Las más jóvenes de este repóquer de lanzadoras FER son Marina Conesa y Nuria García Arcos. La primera, natural de Valencia, de 19 años y especializada tanto en peso como en disco, opina que los lanzamientos son unas pruebas “muy vocacionales”. Marina lamenta la “menor consideración o aceptación de esta disciplina, porque no solo requiere esfuerzo y preparación física, también mucha técnica y precisión. Sé que no soy objetiva, pero a mí no me parecen aburridos. Además, exigen mucha dedicación e insistencia para alcanzar la mejor técnica posible”. Mientras, la benjamina del grupo, Laura García Bosch, campeona de España cadete en tiro de jabalina, abunda en la idea de que “mucha gente identifica el atletismo solo con las carreras. Pero no conviene olvidar que los lanzamientos también son pruebas espectaculares y que en muchos países de Europa despiertan una gran pasión. Y no solo requieren de fuerza, como mucha gente piensa”, apunta la deportista alicantina.
Todas ellas esgrimen sus razones para reivindicar los tiros de los diferentes artefactos. Marina Conesa afirma que el “movimiento giratorio previo a arrojar el disco es como una especie de baile”. Mientras, Paula Ferrándiz habla incluso de “efecto hipnotizador” cuando los objetos salen de las manos de las atletas y surcan los aires. Por su parte, para Ana Polo, “uno de los principales reclamos de estas pruebas es su emoción. El no saber qué va a pasar hasta el final o los cambios constantes en la clasificación representan argumentos a nuestro favor”. Cinco atletas, cinco lanzadoras. Orgullosas y reivindicativas de sus pruebas.