Cuando menos lo intuía y donde menos lo presagiaba. David Levecq experimentó este pasado domingo una enorme alegría. También una gran sorpresa. Una semana después de abandonar el Campeonato de Europa con sensaciones agridulces, el nadador paralímpico FER pudo resarcirse en una competición de menor enjundia. Son los contrastes del deporte. Días antes, Levecq había sumado dos medallas, un bronce y una plata, en el certamen continental celebrado en Portugal. Pero sus conclusiones estaban más cerca de la decepción. Sus marcas habían quedado lejos de las famosas mínimas paralímpicas, las puertas de acceso a los Juegos de Rio. David nunca perdió la esperanza. Aunque el reloj ya corría en su contra, sabía que disponía, todavía, de más oportunidades. Y la liebre saltó en el contexto menos esperado. Ni en el Open de Berlín, ni en el Campeonato de España de clubes, citas previstas para el mes de junio. El deportista FER selló virtualmente su clasificación para Rio 2016 durante la celebración del Campeonato autonómico de natación adaptada en Castellón. En concreto, logró la mínima B en los 50m libres S10. Su situación es idéntica a las de Ricardo Ten, José Antonio Marí y Ariadna Edo. Más relajado y sin la presión de hace pocas fechas, David, ahora sí, se ve en sus cuartos Juegos Paralímpicos
Qué curioso es el deporte. A pesar de las dos medallas, abandonas triste y con dudas el Campeonato de Europa absoluto, pero solo una semana después, te cambia la suerte con la obtención de una mínima B que te acerca a Rio. ¿Eres el primer sorprendido?
Solo en cierta medida. En el Europeo, hice muy bien los 50m libres y rocé la mínima B. Pero en mi principal prueba, los 100m mariposa, el resultado no fue el esperado. Sabía que en los 50 libres estaba cerca del objetivo y que, tarde o temprano, lo conseguiría. Quizás lo esperaba para el Open de Berlín, pero mejor haberla alcanzado antes, por supuesto.
Para los no expertos, las mínimas B son como una especie de lista de espera por si no hay suficientes mínimas A, ¿verdad?
Sí. En principio, el Comité Paralímpico establece diferentes mínimas. La más exigente, pero la que te asegura totalmente la clasificación para los Juegos, es la A. Pero, si no hay suficientes marcas A, como ocurre en este momento, quienes consiguen mínima B también pueden acceder a los Juegos. En esta tesitura estamos actualmente Ricardo Ten, José Antonio Marí, Ariadna Edo y un servidor. Lo más normal es que estos tiempos nos permitan viajar a Brasil. Confío en que así sea. Lo sabremos con total seguridad en el mes de julio.
Además, alcanzaste la mínima B en los 50m libres S10, que no es tu prueba favorita o predilecta. Otra curiosidad…
Así es. Mi principal especialidad es los 100m mariposa, pero en Castellón logré la marca en los 50m libres. Da igual. Bienvenida sea la anécdota. En todo caso, tampoco los 50m libres es una distancia totalmente extraña para mí. De hecho, en esta prueba alcancé una plata en Atenas 2.004. Si finalmente voy a Rio, haré mis tres disciplinas habituales: 100m mariposa, 100m libres y 50m libres S10.
Y una vez en Brasil, cuáles son tus expectativas. ¿Te consideras capacitado para sumar tu cuarta medalla paralímpica tras las tres platas alcanzadas hasta el momento, dos en Atenas 2004 y una en Pekín 2008?
Mi objetivo en Brasil es mejorar mis marcas, tanto en los 50m libres como en los 100m mariposa. Si consigo rebajar mis registros, seguro que estaré luchando por el podio. Y hay una diferencia con el resto de Juegos. Voy con menos presión. Quiero disfrutar al máximo. Estoy convencido de que este planteamiento me va a ayudar.
Por último, estuviste en Rio hace apenas un mes. ¿Qué impresión te llevaste? ¿Cómo están las obras, cómo es la piscina olímpica y paralímpica?
Aunque hace un mes todavía faltaban algunos detalles, estoy convencido de que, en agosto, estará todo terminado y a punto. La piscina es espectacular. La instalación es impresionante. Me ilusiona mucho que los Juegos sean en un destino como Brasil y como Rio. El colorido del país y el carácter de la gente van a crear una atmósfera muy especial.