Diciembre es sinónimo de invierno, de Navidad, de fin de año… y de balonmano femenino. Desde hace ya un tiempo, el tramo final de cada año es indisociable de las grandes emociones que genera la selección española, el combinado integrado por las famosas y célebres guerreras del deporte español. A raíz de la plata obtenida en el Europeo de 2008 celebrado en Macedonia, el equipo dirigido por Jorge Dueñas convirtió cada competición en un torrente de sensaciones. Con independencia de que el desenlace fuera cara o cruz, cada torneo de la selección femenina representaba todo un ejemplo de compromiso, de actitud, de entrega, de energía, de carácter. Una admirable puesta en escena que ha permitido éxitos tan sonoros como el bronce mundialista en 2011, el bronce olímpico en 2012 o el subcampeonato continental en 2014. En esta ocasión, el combinado nacional busca el más difícil todavía. Solo el campeón del Mundial logra el billete automático para los Juegos Olímpicos de 2016. Abonadas a las gestas en la época contemporánea, todo es posible con este grupo de abnegadas deportistas. Y entre ellas, dos integrantes del Proyecto FER, Silvia Navarro y Lara González, esta última convocada tras una milagrosa recuperación de una lesión de rodilla sufrida en el mes de octubre.
Ya es un clásico del deporte español que llegue el mes de diciembre y la selección de balonmano femenino salte al primer plano de la actualidad.
Silvia Navarro: Lo sabemos. Y nos alegra mucho que generemos una gran expectación. Aunque estemos muy lejos de España, somos conscientes de que se nos sigue muy de cerca. Ojalá podamos repetir los éxitos más recientes.
Lara González: Aquí estamos un año más. Vamos al Campeonato del Mundo muy motivadas y a por todas. Queremos que la afición vuelva a emocionarse con nuestros partidos.
Al margen de Noruega, rival encuadrado en vuestro grupo durante la primera fase, ¿qué otras selecciones consideráis como las más fuertes en este torneo?
SN: Además de Noruega, gran favorita como casi siempre, destacaría a Montenegro, Brasil, Rusia y las anfitrionas, Dinamarca.
LG: Se suele decir que un Mundial es más asequible que un Europeo, pero yo repaso la nómina de selecciones participantes y el cartel es imponente. Además de Noruega, veo muy fuertes a Brasil y a Rusia.
En la primera fase, estáis en un grupo de seis selecciones. Las cuatro primeras siguen adelante. Y desde ese momento, cruces directos a partir de los octavos de final. Habéis acostumbrado a la afición a los éxitos, pero el nivel es altísimo…
SN: Sí. Es normal que la gente se ilusione con nosotras y piense que siempre vamos a conseguir éxitos y medallas, pero nosotras sabemos la dificultad que entraña y la gran competencia que hay.
LG: Totalmente de acuerdo con Silvia. Y este año se ha cambiado el sistema de competición y la dificultad es mayor, porque a partir de octavos de final ya son encuentros a cara o cruz.
Solo el campeón del Mundial va directo a Rio 2016. En todo caso, también va el segundo clasificado si el campeón es Noruega. ¿Cómo veis las opciones del pase directo a los Juegos?
SN: Conseguir el billete olímpico directo a Rio a través del Mundial está carísimo. Si no lo alcanzamos en Dinamarca, nos queda la opción del Preolímpico de 2016, que además será en España. Pero no quiero hablar de combinaciones y carambolas. Prefiero ir paso a paso.
LG: Si estamos a nuestro máximo nivel, podemos ganarle a cualquiera. En las últimas grandes citas internacionales, o hemos hecho podio o hemos estado muy cerca. Somos capaces de todo. Es difícil el pase olímpico automático, pero no lo descarto.
Por último, con respecto a los últimos campeonatos, ¿esta selección que va a competir en Dinamarca en qué aspectos es mejor y cuáles no tanto?
SN: Particularmente, no detecto grandes diferencias. Creo que ganamos en experiencia. El bloque es prácticamente el mismo de los últimos años. En lo deportivo, jugamos casi de memoria; en lo personal, el ambiente es buenísimo.
LG: El bloque central de jugadoras se mantiene en los últimos años, lo que permite un estilo muy consolidado. Con mi presencia y la de Ainhoa, ganamos en juventud. Y la llegada de la portera nacionalizada Darly aporta más solidez.