El mundo del deporte es un universo fascinante. Sus valores, su épica, sus recompensas, su incidencia, su ejemplaridad, su repercusión, su trascendencia lo convierten en un todo un fenómeno social. Sin embargo, y como todo en la vida, no está exento de su cara ingrata. Y sin duda, el ángulo más desagradable para los grandes protagonistas del espectáculo, los deportistas, son las lesiones. Los integrantes del Proyecto FER no se encuentran inmunizados ante estos gajes del oficio. Durante el año en curso, varios integrantes del FER han atravesado sus particulares penalidades físicas. Dolencias leves, contratiempos más graves, incluso intervenciones quirúrgicas… El abanico es amplio.
De las lesiones, se dice que nunca llegan en buen momento. Pero hay ocasiones en que son especialmente inoportunas. Que se lo pregunten, si no, a Eusebio Cáceres. Gracias a sus espectaculares 8,16m en la reunión internacional celebrada en Karlsruhe el pasado 31 de enero, el atleta de Onil ostentó durante unas semanas la mejor marca mundial del año en salto de longitud. El deportista alicantino se erigía en firmísimo aspirante al podio del Campeonato de Europa bajo techo en Praga. Sin embargo, y tras no poder disputar ya el Nacional absoluto, renunciaba a participar en el certamen internacional aquejado de un edema óseo en el astrágalo del pie derecho. Eusebio todavía no ha reaparecido. Hace pocos días, volvía a entrenar. Si no hay ninguna recaída, piensa volver a competir a mitad de junio. Le espera el Mundial al aire libre de Pekín en agosto.
Cáceres no ha sido el único en perderse una gran competición por culpa de una lesión. El mismo infortunio se cebó con Estefanía Juan. Apenas una semana antes de subirse al avión con destino a Georgia para disputar el Campeonato de Europa, la haltera alcireña sufrió una lesión muscular. Tal contingencia aconteció a principios de abril y supuso un mazazo, porque había preparado el certamen continental a conciencia. Estefanía volverá a levantar pesas de forma oficial en el Campeonato de España absoluto, el próximo 13 de junio.
Intervenciones quirúrgicas o todavía sin competir
El quirófano también ha aparecido en la vida de algunos deportistas FER durante lo que llevamos de año. La gimnasta Elena López se operó de la rodilla izquierda a principios de febrero. Ha estado inactiva durante dos meses. Se perdió una Copa del Mundo con la selección española. Ya ha vuelto a hacer malabarismos con las cintas y las mazas. Mucho más grave es el caso del luchador de grecorromana Adrián Valero. A finales de 2014, de destrozaba la rodilla derecha. Era intervenido el 7 de febrero. Estima que retomará la competición entre septiembre y octubre. La tercera deportista FER en pasar por el quirófano ha sido Nuria García Arcos. La triplista estuvo parada 2 meses. Se perdió el Campeonato de España junior. Volvió a saltar hace 2 semanas en la liga de clubes con el Playas de Castellón.
Por lo demás, hay deportistas, y casi todos ellos atletas, que permanecen casi inéditos en 2015. El lanzador de jabalina paralímpico Héctor Cabrera, aquejado de una elongación del nervio cubital, está lesionado 5 meses; el fondista castellonense Axel Vives lleva 8 meses parado por culpa de la siempre traicionera fascitis plantar; y el especialista en combinadas Carlos Sánchez Juan no compite desde enero a causa de una lumbalgia, aunque espera llegar al Nacional junior de julio. La lista de desdichas la completan el velocista Dani Mazón, quien permaneció inactivo 2 meses (febrero y marzo) por culpa de una rotura fibrilar en los isquiotibiales y el judoka León Villar, a quien una distensión en el hombro lo ha tenido un mes fuera de combate. También la mala suerte castigó al joven nadador Héctor Fontabella, víctima de un virus en pleno Campeonato de España junior de invierno en Cádiz.