La vela de la Comunitat Valenciana ha estado íntimamente vinculada a los Juegos Olímpicos. A su tradicional presencia en la cita deportiva más célebre e internacional, ha unido, incluso, la obtención de dos medallas: la plata de Kiko Sánchez Luna en Barcelona 92 y el oro de José Luis Ballester en Atlanta 96. El último gran nombre propio fue Iván Pastor. El regatista de Santa Pola es uno de los pocos deportistas españoles que cuenta con el privilegio de haber disputado cuatro Juegos. Además, de forma consecutiva: Atenas, Pekín, Londres y Río de Janeiro. Sin embargo, el protagonismo de la vela valenciana en las citas olímpicas se ha difuminado en las dos últimas ediciones. No hubo representación en Tokio 2020. Tampoco, en París 2024. En la actualidad, un numeroso grupo de regatistas se afanan en conseguir que el paréntesis se cierre en Los Ángeles. Dos de esas opciones son Jacobo Espí y Gonzalo Suárez Pérez.
Jacobo Espí: “Es el momento de dar un salto de calidad”
Perteneciente a una familia de gran tradición en el deporte náutico, Jacobo Espí (Valencia, 22 años) se ha especializado en la clase fórmula kite. A pesar de su juventud, ya es un habitual en los Campeonatos de Europa y del Mundo. Todavía no ha conseguido un gran resultado en un gran evento internacional. Espí se adentra en su verdadero ciclo olímpico.
Porque es la más rápida, la más peligrosa, la más espectacular, la más apasionante. Exige tomar decisiones en décimas de segundo. Además, es una clase relativamente nueva y está en constante evolución.
Sobre todo, ha de tener ciertas características físicas. A ser posible, ha de ser alto y corpulento. Sin llegar a excederte, cuanto más peso, mejor, porque consigues más estabilidad en la embarcación. Las regatas son muy cortas y explosivas. Por tanto, es importante ser bueno en lo estratégico. Y por supuesto, no tener miedo. En cuanto a las condiciones, prefiero que haya mucho viento y mucha ola.
Quizás, me falte experiencia. Es cierto que ya he competido en las principales regatas internacionales, pero todavía soy muy joven. Me falta mucho por aprender. Dicho esto, es el momento de dar un paso al frente, de dar un salto de calidad. Y espero que llegue en breve. Primero, siendo el mejor español. Y después, rondando los top-15 en Europeos y Mundiales.
Sin ninguna duda. Ahora, empieza un nuevo ciclo olímpico. Y me veo con opciones. Todos partimos de cero. Sería un sueño representar a España en unos Juegos.
Gonzalo Suárez: "Quizá sea joven para clasificarme para Los Ángeles 2028, pero yo no lo descarto"
El regatista alicantino (L’Alfàs del Pi, Alicante, 22 años) es, en la actualidad, el principal exponente de la vela valenciana en la clase ILCA 7. Ha estado presente en los dos últimos Campeonatos de Europa. En 2023, en aguas italianas, del total de 186 regatistas, ocupó la 111ª plaza. Mientras, en el certamen continental de este 2024, en aguas griegas, concluyó en el 37º puesto de un total de 136 regatistas. En 2024, también se proclamó campeón de España, si bien no estaban los principales referentes nacionales de la categoría ILCA 7: ni Leo Barreto, ni Joel González, ni Joaquín Blanco.
Tanto como lejos, no. Obviamente, hay un escalón, pero no en lo físico o en lo táctico. En estos terrenos, me pueden separar de ellos pequeños detalles. La diferencia viene dada por su mayor experiencia, por su mayor inteligencia en la gestión de las regatas.
En lo estratégico. En detalles como el posicionamiento, en el planteamiento, en la lectura de las regatas… Con respeto a los vientos, prefiero vientos fuertes. Por mis condiciones físicas (soy alto y peso bastante), me vienen mejor.
En principio, si no ocurre nada extraño, al Europeo de Suecia iré seguro. Con respecto al Mundial, todavía están por definir las plazas y los criterios. Pero, en principio, habrá dos o tres plazas, y se decidirán a partir de lo que ocurra en el Princesa Sofía, que se disputará en Mallorca a principios de abril.
Ambos. Quizás, haya gente que, al ver mi edad, piense que todavía soy muy joven para Los Ángeles 2028, pero yo no lo descarto en absoluto. Desde luego, no será fácil, pero creo que, si hago las cosas bien, puedo tener mis opciones.