Regreso a los tapices. Tras un paréntesis de más de cinco meses, un periodo de hibernación más largo de lo habitual a causa de los Juegos Olímpicos, Hugo Arillo, el mejor taekwondista valenciano del momento, ya tiene preparado su dobok. El joven embajador del Proyecto FER (Elche, 23 años) está listo para inaugurar una nueva temporada. Lo hará este fin se semana, con la presencia en el Open de Holanda. Arillo no competía desde el pasado 27 de abril, jornada en la que se colgó la medalla de plata en la Copa Presidente Europa, en Estonia. Pocas semanas antes, un 7 de abril, había conquistado otra plata; en este caso, en el Open Internacional de España. Son los dos únicos torneos disputados en este 2024.
Para Arillo, este reencuentro con la competición no representa un retorno convencional. El deportista ilicitano destapa un curso especial. Hugo se adentra en su verdadero ciclo olímpico. Desde ya, inicia su carrera hacia los Juegos de Los Ángeles 2028. Pese a su proverbial temple, el componente del equipo FER tiene motivos para ser optimista. Arillo se quedó a las puertas de París. En diciembre de 2023, cuando se cerró el proceso clasificatorio, Hugo era sexto en la categoría de menos 58 kg. Es decir, ocupó una de las posiciones que concedían el billete olímpico de forma automática. No obstante, este extraordinario hito no pudo recibir el merecido premio. La razón, la presencia de otro español, el madrileño Adrián Vicente, por delante, en la tercera posición. La frustración de aquel momento se convierte ahora en el mejor estímulo para el nuevo e incipiente camino hacia la cita de 2028.
Así es. Para mí, el no estar en París, pese a haber logrado plaza vía ranking y pese a conseguir muy buenos resultados, significó un duro golpe, pero también representó una motivación extra para que el billete de Los Ángeles 2028 no se me escape. Me siento suficientemente preparado para convertirme en el mejor español en la categoría de menos 58 kg. Por todo ello, estoy deseoso de volver a competir. Esta larga espera me ha hecho madurar. Y ver los Juegos por televisión me ha ilusionado, más si cabe, de cara a la próxima edición.
Totalmente. Como he comentado antes, tengo el objetivo muy claro, muy definido. Éste sí es mi ciclo. Dicho esto, hay que añadir que el camino hacia Los Ángeles 2028 va a ser muy largo y distinto al ciclo anterior. La Federación Internacional está cambiando el sistema de puntuación vía ranking. Hasta mediados de 2026, no arrancará realmente el proceso clasificatorio. Hay que ser muy inteligente y llegar muy bien preparado a las citas importantes. Es lo que marcará la diferencia.
Soy optimista y, al tiempo, realista. Sé que ha llegado mi momento. Realmente, considero que mi cambio, mi salto de calidad, llegó en 2023. Quizás, un poco tarde para los Juegos de París. Yo me veo preparado para afrontar el camino con plenas garantías.
Aún no lo sé. Como he comentado, va a haber cambios en el sistema de puntuación del ranking. Todo apunta a que los grandes eventos marcarán la diferencia a la hora de conseguir la clasificación directa. Y el proceso clasificatorio arrancará realmente a mediados de 2026.
La idea es ya establecerme totalmente en la categoría olímpica de menos 58 kg.
El gran evento del próximo año será el Campeonato del Mundo, que se celebrará en China en el mes de octubre de 2025.