El judo y el boxeo de la Comunitat Valenciana atraviesan por un momento próspero. Ambos deportes tienen la fortuna de contar con grandes referentes a nivel nacional. Con auténticos líderes. Son los casos del judoca alicantino Salva Cases o del púgil eldense José Quiles. Ambos, por ejemplo, estuvieron presentes en los recientes Juegos Olímpicos de París, y ambos forman parte del Proyecto FER, colectivo al que, en 2024, se han incorporado dos jovencísimas deportistas. Las dos representan y alumbran el futuro. Están llamadas a asumir el relevo, a garantizar la continuidad, en los tatamis y en los cuadriláteros. Las conocemos mejor.
Sara Alonso Fernández
Dos metales en los Juegos Olímpicos, un oro, en Sídney 2000, y un bronce, en Atlanta 96. Cuatro medallas (entre ellas, un oro) en Campeonatos del Mundo; 13 podios (en seis de ellos, ocupó el escalón más alto) en Campeonatos de Europa. Es el imponente palmarés de Isabel Fernández Gutiérrez, una de las mejores judocas españolas y una de las mejores deportistas valencianas de la historia. Con estos antecedentes, no es de extrañar (más bien, al contrario) que Sara Alonso Fernández (hija de Isabel) haya elegido el judo como su deporte de referencia.
Tras proclamarse campeona de España infantil en 2023, Sara (Alicante, cumplirá 15 años en noviembre) ha cubierto su primera temporada como cadete. Y no lo ha hecho nada mal. De hecho, en el Campeonato de España de la categoría, celebrado a principios de abril en Pamplona, a pesar de ser de las participantes más jóvenes, se colgó una sensacional medalla de plata. Y este pasado fin de semana, se adjudicó la Copa de España de Cantabria. “Lo que más me gusta del judo es esa sensación, esa adrenalina, ese cosquilleo en el estómago, antes de salir al tatami para afrontar una gran competición. Además, es una modalidad respetuosa, que transmite muchos valores. Lo que menos, sin duda, las lesiones, los golpes, los dolores, inevitables con tanta explosividad”, comenta.
Perteneciente a la categoría olímpica de menos 57 kg, Sara entrena en el Judo Club Alicante. En el caso de que le llegara la oportunidad, no aceptaría, así como así, trasladarse a otro lugar de España. “Nunca se puede decir un no rotundo, pero no creo que me fuera, por ejemplo, a Madrid. En Alicante, lo tengo todo, tanto en lo deportivo, como en lo personal”, asegura la joven judoca alicantina, quien añade: “Me considero bastante completa. Tengo un buen agarre de brazos, pero, sobre todo, destaco por la técnica del judo de suelo. Quizás, tenga que mejorar con mis entradas en judo de pie”, indica Sara, que se define como “organizada, aplicada y con capacidad de trabajo y sufrimiento”. Añade que le encanta escuchar música o ver series. “Y también desconecto paseando a mi mascota, un perrito de la raza Schnauzer llamado Lope”. En 2025, Sara ya será cadete de segundo año. Más responsabilidad, más exigencia, pero está suficientemente preparada
Claudia Alcañiz
“Violento, en absoluto. Si acaso, agresivo, que es muy distinto. Y, sobre todo, noble y respetuoso con nuestros y nuestras oponentes”. Así define Claudia Alcañiz Aparici (Polinyà del Xúquer, Valencia, 17 años) su deporte, el boxeo. La nueva componente del Proyecto FER irrumpió con fuerza durante 2023, curso en el que se proclamó campeona de España junior y en el que obtuvo la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de esta categoría de edad, en Armenia. De momento, en esta temporada, ya ha disputado un gran torneo internacional: a principios de abril, no tuvo excesiva fortuna (cayó en el primer combate a causa de un sangrado nasal tras un golpe) en el Europeo joven, categoría en la que se estrena en 2024. En breve, desde el 20 de octubre, tendrá la oportunidad de resarcirse en el Campeonato del Mundo, en Montenegro.
Claudia se inició en el boxeo relativamente tarde: “Fue en 2020, con 13 años, durante el confinamiento. Como no podíamos salir, en casa teníamos un pequeño gimnasio acondicionado para este deporte, ya que mi padre y mi tío lo habían practicado”, recuerda la joven deportista valenciana, quien se define con estas palabras: “Me considero una boxeadora bastante técnica, con mucha habilidad y rapidez dentro del ring. Además, soy bastante alta y, por tanto, soy complicada de alcanzar para mis rivales”. Entrena en el Club Antonius Pugilatus de Sueca, “donde estoy muy bien y a gusto. Ahora bien, si me lo propusieran, casi seguro me iría a un Centro de Alto Rendimiento para intentar crecer”. Extrovertida, simpática y siempre con una sonrisa en la cara, siente pasión por el mar y, especialmente, por el surf. Sus referentes son la irlandesa Katie Taylor, la estadounidense Alycia Baumgardner y la australiana Skye Nicolson.