Como muchos otros deportistas, Nacho Campos Beas (Castellón, 20 años) siempre tuvo claro que su ciclo olímpico era el que desembocará en Los Ángeles 2028. Los Juegos de París no llegaban a ser una utopía, pero sí un horizonte muy difuso y lejano. Si se ponían a tiro, intentaría aprovechar la oportunidad, pero sin obsesiones. Casi sin esperarlo, el billete olímpico de París se paseó por delante del nadador castellonense. Durante el Campeonato de España de verano, torneo celebrado en Mallorca en el mes de junio y que ejercía de evento clasificatorio para la cita de la capital francesa, el deportista FER llegó a ilusionarse.
En la mañana del 20 de junio, en las series de los 100 metros libres, Nacho Campos estableció el cuarto mejor tiempo. La normativa de la competición señalaba que los cuatro primeros clasificados de la final compondrían el relevo español del 4 x 100m libres en los Juegos de París. Es decir, durante unas horas, el nadador FER soñó con una conquista que parecía imposible. En el instante supremo, en la final, Nacho acabó quinto, por detrás de Sergio de Celis, César Castro, Mario Molla y Luis Domínguez. Pese a no conseguir la proeza, el deportista castellonense compitió mejor que nunca. Hasta el punto de lograr dos marcas personales en pocas horas: 49:30 en semifinales, 49:28 en la final.
Una cierta decepción resultó inevitable. Pero fue corta y pasajera. Ni le atormentó, ni le martirizó. Porque, en el fondo, Nacho Campos era consciente de que su momento llegará a partir de 2025. Y la demostración ya ha llegado. El nadador castellonense es uno de los 36 nadadores incluidos por la Federación Española en el equipo nacional absoluto de cara al ciclo olímpico 2025-2028. Es sólo el primer paso de una especie de maratón. Pero es un paso lleno de valor y simbolismo. La carrera hacia Los Ángeles ya está en marcha. Y Nacho figura en la lista de salida.
Y tanto. Es un orgullo que la Federación me haya incluido en el equipo nacional. Ojalá pueda representar a la natación española en alguna gran competición internacional. Para mí, el hecho de estar es una recompensa tras tantos años de esfuerzo y sacrificio.
Exclusivamente, no. Nadaré los 100m libres, claro, pero también me centraré en los 200m libres y otras pruebas; por ejemplo, la mariposa.
Mi entrenador siempre me ha transmitido que, con una carrera perfecta, puedo estar por debajo de los 49 segundos. Luego, claro, hay que saber manejar la presión del momento. Pero si sale todo redondo, soy capaz de bajar esa frontera de los 49 segundos.
La mínima aún no la sé. Y claro que me veo con opciones de llegar a ese Mundial; sobre todo, como integrante de algún relevo, aunque no descarto obtener el pasaporte para una prueba individual. Dicho esto, lo que tengo muy al alcance es el pasaporte para el Mundial de piscina corta, que se celebra en Budapest a mediados de diciembre. En los 100m de corta, tengo 47:34 y me piden 47:23. Es muy factible.
De momento, seguiré en Castellón. Aquí estoy muy bien. Estamos creciendo mucho como club y tenemos un grupo de entrenamiento cada vez más fuerte. No sé qué pasará en el futuro, pero, por ahora, estoy muy feliz en casa.
Es una posibilidad real. Difícil, pero real. El camino ya ha empezado.