No está siendo un año fácil, pero voy a enderezarlo en estos próximos días”. Estas palabras corresponden a David Cantero. Son muy recientes. De la semana anterior. Y han resultado premonitorias. Proféticas. Este pasado sábado, el joven triatleta del Proyecto FER volvía a encumbrarse con su apoteósica victoria en la Copa del Mundo celebrada en Valencia. La segunda consecutiva tras la lograda en 2023. Un año después, Cantero repetía triunfo y emociones en su tierra, en su ciudad, ante su gente. En este caso, además, con una autoridad incontestable. Con un dominio apabullante. Con una exhibición en toda regla. David sólo tiene 21 años, pero se desenvuelve con la maestría, la experiencia y el temple de un veterano. Es todo un portento. Es un elegido.
De las cumbres de Sierra Nevada, a la cima del podio en una Copa del Mundo. David Cantero había estado concentrado en las montañas granadinas durante todo el mes de agosto. Vida monacal para regenerar la mente y el cuerpo. Absoluto recogimiento para olvidar el amargo estreno en las Series Mundiales (la experiencia vivida en Hamburgo a mediados de julio no resultó nada reconfortante) y para preparar el tramo final del presente curso. La catarsis ha dado sus resultados. A las pruebas hay que remitirse. El deportista de Aldaia ha exorcizado temores y recelos. Ha adquirido seguridad y confianza. Y un Cantero pleno, rutilante y pletórico es un torbellino.
Una vez más, se cumplió el axioma. Un buen segmento de natación es el mejor vaticinio. Anticipa grandes noticias. En Valencia, del total de 64 participantes, Cantero salió el 15º del agua. Si David es capaz de minimizar las pérdidas en el tramo acuático, puede soñar con todo. Su ciclismo y, sobre todo, su carrera a pie son de calidad suprema. Este pasado sábado, el triatleta de Aldaia no corrió. Más bien, voló sobre el asfalto. El deportista FER era segundo al bajarse de la bicicleta. Pero, tras ponerse las zapatillas, necesitó apenas unos segundos para encabezar la prueba. Por delante, los 5 kilómetros de atletismo. Por detrás, quedaban Antonio Serrat y Sergio Baxter. Sólo el australiano Callum McClusky pudo seguir la estela de Cantero. El valenciano le pedía relevos y colaboración. El oceánico no quiso. O no pudo. Ante tal escenario, a mitad del tramo de carrera a pie, David decidió cambiar. Impuso un ritmo infernal que no encontró respuesta por parte de McClusky. Cantero se escapó. El horizonte era suyo y sólo suyo. Mirada al frente. Hacia el infinito. Hacia la gloria. Hasta la meta. Tuvo tiempo, incluso, de relamerse, de saborear la victoria. Un espectáculo.
David Cantero forma parte del grupo de trabajo que lidera en Alicante Roberto Cejuela. Como su amigo y compañero Roberto Sánchez Mantecón, que también pertenece al Proyecto FER, es un trabajador infatigable, es un apasionado de su deporte, es un adicto a los entrenamientos, es riguroso y metódico hasta el límite. Está entregado a la causa. Posee todas las condiciones, físicas y psicológicas, para liderar el triatlón nacional y para ocupar un lugar preferente en el panorama internacional. El sábado, celebró el éxito lo justo. Es más, ayer domingo, realizó un suave entrenamiento. En breve, este sábado 21, afronta en Vichy, Francia, el Campeonato de Europa distancia olímpica, otro de los grandes objetivos de la temporada. Será otra historia. Pero, tras el impulso recibido en Valencia, el optimismo es inevitable.
Prometedor estreno de Héctor Tolsá en una Copa del Mundo
La Copa del Mundo de Valencia dejó otra gran noticia en la prueba masculina. Héctor Tolsá, otra de las perlas del triatlón valenciano y español, afrontaba la primera prueba de esta dimensión y magnitud. Además, supo que participaría sólo 48 horas antes de la carrera. Pese a su estreno y pese a la premura de tiempo, Héctor (Ontinyent, 18 años, junior de primera temporada) no desentonó, no lo hizo nada mal. El joven triatleta FER ocupó una más que interesante 25ª plaza. Por encima de este resultado concreto, lo mejor fue comprobar la respuesta de Tolsá, que estuvo con los mejores y en el grupo delantero hasta la segunda transición, hasta el cambio del ciclismo a la carrera a pie. La siguiente gran cita para Héctor llegará a finales de octubre, con el Campeonato del Mundo junior, en Málaga. Es el día D y la hora H de la temporada.