Durante las últimas dos décadas, la Comunitat Valenciana ha sido uno de los territorios que más alegrías y éxitos ha aportado al deporte adaptado español. Tal preponderancia se ha debido, en gran medida, a dos figuras legendarias, casi irrepetibles: los prolíficos David Casinos y Ricardo Ten. Más recientemente, han brillado otros nombres propios. Son los casos de Kim López, Héctor Catalá o Héctor Cabrera. Todos ellos han acumulado incontables conquistas en los grandes eventos internacionales. Y ahora, a todos estos exponentes más que consagrados y contrastados, hay que sumar un valor emergente. Un activo al alza que simboliza y alimenta el futuro. Está llamado a enarbolar la bandera del deporte adaptado valenciano y español durante mucho tiempo. Es el nadador Enrique Alhambra (Paterna, 20 años), uno de los grandes triunfadores en los recientes Juegos de París.
El joven embajador del Proyecto FER se entronizó en la capital francesa con la obtención de dos medallas. Sobre todo, con el bronce alcanzado en los 100m mariposa S13 (clase de discapacidad visual), podio que, además, llegó el primer día de competición y tras una antológica remontada en el segundo tramo de la prueba. Jornadas más tarde, llegó otro bronce; en este caso, en el relevo 4 x 100m libres mixto. De esta manera, Enrique Alhambra confirmaba la irrupción que había protagonizado un año antes. Durante el verano de 2023, el nadador valenciano ya había deslumbrado en el Campeonato del Mundo. En Manchester, sede del certamen universal, conquistó dos metales: una plata en los 100m espalda y un bronce en los 100m mariposa. Enrique Alhambra ya no es una promesa. Se ha convertido en una realidad.
Sin duda. Ha sido el debut soñado. Han ofrecido un balance que hubiera firmado antes de empezar. He vuelto encantado y emocionado.
Habitualmente, sí que controlo a los rivales, pero claro, a los que tengo a ambos lados. En este caso concreto, hay que tener en cuenta que yo iba por la calle 6 y que Virchenko nadaba por la calle 3. Es decir, me resultaba imposible saber cómo iba. Desconocía que se había quedado bloqueado en el segundo largo y que yo iba por delante. Es más, no sabía que se encendían los poyetes de los tres medallistas a la llegada. Cuando toqué la pared, no me di ni cuenta de este detalle. Me lo dijo un compañero, Juan Ferrón. No me lo creía.
Así es. Si todo va bien y no hay lesiones, vamos a tener una gran rivalidad durante mucho tiempo. De hecho, así está ocurriendo desde hace un par de años. Lo más importante es que estoy convencido de que les he alcanzado y puedo luchar con ellos de poder a poder. Pero sí, esta clase S13 se presenta muy interesante a corto y medio plazo.
Los dos son buenos, muy buenos, pero no creo que sean insuperables. De hecho, en el Europeo del pasado mes de abril, fui cuarto y ahora, en los Juegos, he acabado tercero. Es decir, ya he podido ganar a uno de ellos, al ucraniano. ¿Por qué no pensar en superar también a Boki y a Portal? Lo ocurrido y conseguido en los Juegos me ha dado mucha esperanza y optimismo de cara al futuro.
Impresionante. Desde el primer hasta el último día, ha sido una vivencia muy emocionante. La estancia en la Villa, competir en el tremendo escenario de La Defense, los éxitos deportivos, el saber que tenía a mi familia en las gradas… Me vuelvo con un álbum de recuerdos e imágenes inolvidables.
El próximo gran evento internacional será en octubre de 2025 y será el Campeonato del Mundo. Se celebrará en Singapur.