Kim López se quedó a las puertas de revalidar su título de campeón paralímpico de lanzamiento de peso F12. No tuvo una mala participación, nada que reprochar al de Silla, que ha pasado un ciclo paralímpico muy complicado, con problemas en el codo que le han obligado a pasar hasta tres veces por el quirófano. Podía haber podido con él, pero fue más fuerte y consiguió plaza para los Juegos de París por la puerta grande, ganando el campeonato del Mundo en el mes de mayo con un lanzamiento de 15,22.
Kim López, deportista del Proyecto FER, impulsado por Juan Roig a través de la Fundación Trinidad Alfonso, estuvo ayer por encima, incluso, de esa marca y lanzó hasta los 15,60 metros. Aún estaba lejos de su mejor marca personal (17,04 en Tokio), pero era su mejor lanzamiento en competición de los últimos tres años. Aun así, no fue suficiente. El uzbeko Elbek Sultonov (16,45) y los ucranianos Volodymyr Ponomarenko (16,12) y Roman Danyliuk (16,11) lanzaron más lejos y coparon las medallas. “Me voy con un sabor agridulce. Estaba entrenando estos últimos días muy bien, estaba viendo la luz, con sensaciones de poder tirar incluso cerca de 17 metros. He tenido lanzamientos estos días de 16,72 metros, y con la confianza de que podía lanzar más lejos, pero hoy no ha salido, no tenía fuelle… no sé qué ha pasado, pero no me he encontrado bien. No han sido nervios que me hayan superado, sino que no me he encontrado yo mismo como toca”, explicaba Kim López al terminar su participación.
El valenciano apuntaba con cierta frustración el nivel de los rivales: “El único que ha estado por encima de lo esperado es el uzbeko, pero, en cualquier caso, era un nivel asequible. No quiero ir de sobrado, pero un nivel al que yo podía haber estado y, de hecho, he estado en los entrenamientos. Solo he hecho dos meses de técnica, con una preparación buena, es una marca muy asequible”. Kim también lamentaba precisamente la escasa preparación a un alto nivel que ha llevado por culpa de las lesiones: “Mis rivales llevan entrenando tres años, todo el ciclo olímpico, y yo llevo dos meses. Lo que visteis en el mundial era sin tocar una bola y haciéndome daño en el codo. No ha querido salir hoy, pero estaba para ganar”. Quiere quitarse esta espina cuanto antes: “No pienso ni en Los Ángeles, pienso en conseguir el año que viene lo que nos pertenece”.
Héctor Cabrera piensa en la jabalina
Junto a Kim López, en el lanzamiento de peso F12, participó también Héctor Cabrera, que terminó la final en octava posición, aunque sin presión y con la tranquilidad de que esta no era su prueba principal: “Las sensaciones han sido muy buenas. Yo uso el lanzamiento de peso para preparar la jabalina. Soy el último, con mucha diferencia. EL que ha quedado delante de mí me ha sacado dos metros. Yo sabía que no iba a luchar por esto. Pero el objetivo es estar en el estadio, respirar el ambiente, competir y ver sensaciones de cara a la prueba del miércoles”. Sobre su amigo Kim, indicó que es “una pena porque ha estado lanzando por encima de 16 metros con mucha facilidad estas semanas, y hoy no ha salido. Pero esto es deporte. Pero Kim es un luchador y en cuestión de meses, cuando vaya cogiendo más confianza en los lanzamientos, va a estar cerca de los 17 metros, lo tengo clarísimo”.