El incombustible Ricardo Ten afronta unos Juegos Paralímpicos de vértigo. Sobre la bici, el deportista del Proyecto FER -iniciativa impulsada por la Fundación Trinidad Alfonso, cuyo mecenas es Juan Roig– abre un exigente calendario que le llevará a competir, prácticamente, desde el primer hasta el último día. Este mismo jueves, primera jornada de competición en la cita paralímpica, Ten inicia en la pista sus séptimos Juegos. Será la persecución individual de 3 kilómetros (con series clasificatorias a mediodía y final a partir de las 16h) su primera prueba en París. En los días posteriores, el ciclista valenciano disputará, con muy poco descanso, la carrera de 1 kilómetro y la velocidad por equipos antes de lanzarse a la carretera, su gran objetivo esta vez, la próxima semana. El miércoles 4 de septiembre, se enfrentará al reto que ha preparado con más mimo durante el ciclo: la contrarreloj individual MC1. El 7, la prueba en línea.
“Hubiera preferido hacer primero la ruta y, después, competir en pista, pero el calendario es así y lo hemos preparado a conciencia para estar a tope en la crono de la semana que viene”, asegura Ricardo Ten en el ‘Especial Paris 2024’ de Voces de Comunitat, el podcast de la Fundación Trinidad Alfonso que se sumerge en la participación de los trece deportistas valencianos en los Juegos Paralímpicos. En esa contrarreloj individual es donde Ten centrará todos sus esfuerzos porque, asegura, en sus piernas “hay una medalla a título individual en ciclismo”. Y es que, después de no haberla podido lograr en Tokio -donde sí se colgó un bronce en la velocidad por equipos clase C1-5-, y tras los seis metales paralímpicos en natación desde Atlanta’96, el veterano ciclista de 49 años busca la guinda de su carrera. Los oros en las últimas tres Copas del Mundo de 2024 en Australia, Bélgica e Italia son su mejor aval en esa prueba.
Sí, porque creo que mis piernas tienen ese metal a título individual.
Hubiera preferido disputar primero la crono y, después, la pista, pero el calendario es así y estamos preparándolo a conciencia para llegar al máximo a esa gran prueba que nos hemos marcado como objetivo: la crono individual, en ruta, del miércoles 4 de septiembre.
Llego muy ilusionado. Venimos cerrando un ciclo muy bueno, lleno de éxitos. Y eso nos hace ser optimista… Obviamente, sabemos de la complejidad de conseguir un metal en unos Juegos, porque siempre hay sorpresas de última hora, pero hemos muy buen papel durante el ciclo. He ganado las tres Copas del Mundo que he disputado este año: Australia, Bélgica e Italia.
No descartamos nada. Nos va a venir muy bien el trabajo que hemos hecho de cara a la crono. Vamos a ver qué sucede, aunque sabemos que es muy difícil. En la persecución, hay opciones, pero necesitamos ver qué rivales nos encontramos y en qué estado de forma están. En velocidad por equipos queremos revalidar el bronce de Tokio. Lo tendremos que disputar con Francia, que es la gran favorita al bronce como anfitriona, porque China e Inglaterra están un escalón por encima. Y en ruta, además de la contrarreloj, en la prueba en línea compito con dos categorías de discapacidad superiores a la mía. Eso la hace más complicada, pero me gusta meterme en todos los líos y en ruta puede suceder de todo.
Gustándote mucho lo que haces. Al final, nos volvemos adictos a la competición, a todas las sensaciones y emociones que te aporta. Yo disfruto mucho del esfuerzo y lo que conlleva la preparación a este nivel. Es toda una vida dedicada al deporte.