“Uno de los objetivos que me he trazado para esta temporada es dar un salto de calidad en la ruta. Ese paso adelante pasaría por ganar alguna prueba de la Copa de las Naciones”. Son las palabras de Héctor Álvarez Martínez a este mismo portal informativo. Se remontan a principios de abril. Cinco meses más tarde, el ciclista alicantino (Benidorm, 17 años) puede estar satisfecho. Ha cubierto su aspiración, su anhelo. El deportista FER crece como la espuma. Los resultados acumulados en los últimos meses así lo demuestran.
Si 2023 acogió su explosión en los velódromos (sobre todo, con el título de campeón de Europa junior en la modalidad de ómnium), la presente campaña está marcada por su irrupción en las pruebas internacionales de ruta. A mediados de marzo, se adjudicó la segunda y última jornada de la Guido Reybrouck Classic, en Bélgica. A principios de abril, ocupó una fantástica novena plaza en la París Roubaix, resultado que podría haber sido mucho mejor de no haber sufrido un inoportuno pinchazo en el momento decisivo de la carrera.
Pocas semanas después, alcanzó una victoria de extraordinario valor en la célebre Eroica, ronda por etapas que discurre por territorio italiano y que es una de las más prestigiosas en el calendario de la categoría junior. Y, por último, de momento, la pasada semana, ganaba la Copa de las Naciones desarrollada en Hungría, un éxito, además, muy ajustado. Tras la celebración de las tres etapas, sólo aventajó en dos segundos a su inmediato perseguidor en la clasificación general, el irlandés Seth Dunwoody. En Hungría, Héctor ganó la jornada inicial y acabó tercero en las dos siguientes. Además, contó con la ayuda y colaboración de Óscar Orts, uno de los componentes de la selección española y, al tiempo, deportista del Proyecto FER.
“La temporada está siendo muy buena. Casi, incluso, por encima de las expectativas. Si a principios del curso me dicen que iba a lograr estos resultados, me hubiera costado creerlo. Y, por supuesto, los hubiera firmado con los ojos cerrados. Estoy muy contento. Si acaso, a principios del verano, se me quedaron clavadas dos espinitas. Por una parte, no pude colgarme el oro en la crono individual del Campeonato de España de ruta; por otra, no acabé del todo contento con el balance en el Europeo junior de pista. Pero todo tiene una explicación. Semanas antes de estas dos competiciones, había dado prioridad a los estudios para examinarme de las pruebas de acceso a la Universidad. Al margen de ello, el año 2024 está resultando excelente. Y aún queda lo mejor”, comenta Héctor.
Cuando nombra “lo mejor”, el deportista alicantino se refiere al apasionante mes de septiembre que asoma en el calendario. Dentro de pocas semanas, se celebran las dos principales pruebas de la temporada de ruta. Además, de forma casi consecutiva. Sin apenas solución de continuidad. Del 11 al 15 de septiembre, tendrá lugar en Limburgo, Bélgica, el Campeonato de Europa. Acto seguido, entre el 23 y el 28 de ese mismo mes, se disputará en Suiza el Campeonato del Mundo. “En ambos recorridos, puedo hacerlo bien. No son especialmente duros. Si acaso, es más exigente el trazado del Mundial. Se trata de hacer un buen trabajo colectivo, de que haya presencia española en todas las escapadas que puedan formarse, de estar muy atento y concentrado de principio a fin, y, sobre todo, de meterse en el corte bueno de los últimos kilómetros. Decirlo es fácil. Que salga el plan no lo es tanto. Además, todo el mundo prepara a conciencia estas carreras. Ganar es muy complicado. Pero nos hacemos ciclistas para vivir jornadas y carreras como éstas”, señala el deportista alicantino. Una de las nuevas puntas de lanza del ciclismo español.