Expresiones como reto gigantesco, misión titánica o desafío mayúsculo no eran nada hiperbólicas. Reflejaban, a la perfección y de forma fidedigna, lo que le esperaba a Roberto Sánchez Mantecón (Manises, 28 años) para certificar su presencia en los Juegos de París. La batalla ha sido cruenta. Sobre todo, por la tremenda competencia existente en territorio doméstico. Aunque ya no existan figuras tan imponentes como Javier Gómez Noya o Mario Mola, el nivel del triatlón nacional es muy elevado. Por ello, la mera presencia entre los tres deportistas españoles elegidos para competir en la prueba masculina ya es toda una gesta, toda una hazaña.
Quizás, el triatleta FER no sea un súper talento. Tampoco destaca por su exuberancia física, pero sí atesora características muy preciadas: una enorme capacidad de superación, una gran autoexigencia, una férrea mentalidad, una admirable ética de trabajo, una innegociable disciplina en el día a día… Todas estas cualidades han permitido a Roberto completar un currículum más que respetable. El deportista de Manises acumula muchos éxitos. Sobresale, especialmente, la medalla de bronce conseguida en la Serie Mundial de Bermuda, logro firmado en octubre de 2022.
No obstante, Sánchez Mantecón cimentó su clasificación para los Juegos de París gracias a la fiabilidad mostrada durante el pasado curso. En 2023, Roberto se convirtió en el único triatleta español en conseguir tres top-10 en otras tantas Series Mundiales: Abu Dabi, Montreal y París. Precisamente, en París, sólo fue superado por estrellas como el inglés Alex Yee, el neozelandés Hayden Wilde, el portugués Vasco Vilaça, los franceses Dorian Coninx, Perre Le Corre y Leo Bergère, por el estadounidense Morgan Pearson o por el alemán Tim Hellwig. Sánchez Mantecón forma parte del Proyecto FER, programa que acompaña a deportistas valencianos y que está impulsado por Juan Roig a través de la Fundación Trinidad Alfonso.
Tranquilo, pero emocionado. Estoy ante el momento que he deseado durante toda mi vida. Llevo entregado al triatlón casi 15 años. Me he esforzado mucho desde que era un niño. El proceso clasificatorio de las dos últimas temporadas ha sido de gran dureza física y de mucho estrés mental. Ahora, a punto de afrontar la prueba olímpica, es fácilmente imaginable lo emocionado que estoy. Pero, al tiempo, sereno. Y, sobre todo, optimista.
El intentar disfrutar del día a día. El saber sufrir cuando toca, pero, al mismo tiempo, el saber disfrutar, el ver la cara positiva, de ese sufrimiento, de ese sacrificio. O el ver cada entrenamiento, cada competición, como una nueva aventura por descubrir. Y el no caer nunca en la monotonía, el conservar siempre la ilusión por descubrir algo nuevo.
No soy muy de manías o supersticiones, pero alguna hay. Por ejemplo, la noche de antes, antes de acostarme, siempre hago unos estiramientos en la misma cama de la habitación. Y ya antes de las carreras, unos minutos antes, me coloco una cinta nasal y me tomo un gel. Con respecto a si duermo bien la noche antes de competir, habitualmente lo hago sin problemas.
Ha habido muchos momentos, pero me quedaría con dos. En primer lugar, cuando en 2019, me proclamo campeón del mundo sub-23 en Lausana. Y después, con la medalla de bronce lograda en la Serie Mundial de Bermuda en 2022. Este resultado fue un punto de inflexión. Supuso un antes y un después.
Claro que podemos ser optimistas. Todos partimos de cero, todos tenemos las mismas opciones. ¿Por qué no pensar, incluso, en mejorar la 10ª plaza del pasado año aquí? No me viene mal que la natación sea en el Sena. Es un río con muchas corrientes. El primer tramo puede favorecer a los que nadan mejor, pero en el segundo, esas mismas corrientes pueden contribuir a recortar las distancias. Con respecto a los segmentos de ciclismo y carrera a pie, me gustan. Además de que transitan por la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo, no son especialmente técnicos, pero tienen una parte de empedrado que los convierte en duros. Vamos a soñar.
Sí, bastante gente. Mis padres, mi pareja, algunos familiares, muchos amigos. En total, más de 15 personas.