Su rostro, serio, su melena, larga, y su figura de 1,92m, imponente, refuerzan el halo de estrella que le acompaña. Awa Fam (Santa Pola, 18 años recién cumplidos) impresiona. Sobre todo, en la pista, donde se maneja con la dureza y la contundencia de una veterana. Sin embargo, en las distancias cortas, sin las pulsaciones disparadas, la deportista FER y, al tiempo, jugadora del Valencia Basket muestra la candidez, la proximidad, la normalidad y la sencillez propias de su juventud.
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Durante este verano de 2024, Awa Fam está inmersa en todo un maratón. Su travesía se inició a mediados de junio, cuando formó parte, como invitada, de la selección española absoluta, el combinado que, en pocas semanas, afrontará los Juegos Olímpicos de París. Una vez concluida esta grata experiencia, que se prolongó durante 10 jornadas, la jugadora alicantina ha regresado a los combinados nacionales de las categorías inferiores. Le espera un doble reto. En breve, desde mañana, día 6, hasta el 14 de julio, estará presente en el Campeonato de Europa sub-20, torneo que se celebra en Lituania. Más adelante, entre el 3 y el 11 de agosto, será una de las componentes del combinado nacional que disputará en Portugal el Europeo sub-18.
Es decir, Awa Fam dispone de dos opciones para seguir enriqueciendo su palmarés internacional. En 2022, se colgó sendas platas: en el Europeo sub-16, en Portugal, y en el Mundial sub-16, en Hungría. El pasado año, conquistó la plata en el Campeonato del Mundo sub-23, en Turquía. Así se expresa una de las grandes promesas del baloncesto valenciano y español en plena vorágine estival.
Por supuesto. Estamos ante un verano repleto de compromisos, pero, en el fondo, es una suerte poder estar presente en todos estos eventos y concentraciones. Me considero una privilegiada. Va a ser un verano difícil de olvidar. Además, aunque pocos, sí voy a tener unos pequeños descansos para que pueda desconectar entre las diferentes competiciones.
Calificaría la experiencia como increíble, como impagable. En un principio, pensaba que podría estar nerviosa o descolocada, pero ha sido todo lo contrario. Todas las componentes de la selección me han ayudado mucho, han estado muy cariñosas. Obviamente, me he apoyado especialmente en Queralt, en Leti Romero y en Alba Torrens. Y en la pista, lo mismo. Pensaba que acusaría la presión de compartir entrenamientos con gente a la que admiro, pero estuve muy cómoda. Al jugar en mi posición, me he fijado especialmente en Laura Gil, que, además, me ha ayudado mucho, me ha dado consejos y me ha corregido detalles.
Los dos por igual. Es cierto que el sub-18, al ser el de mi generación, quizás, sea algo más especial. Además, en el Europeo sub-18 de Portugal, nos jugamos la presencia en el Mundial sub-19 del año que viene. Pero también me ilusiona mucho el Europeo que empieza mañana. Eso sí, espero que este año pueda cambiar las platas por algún oro. Ya tengo muchas platas… (risas)
Que, sobre todo, y dada mi juventud, aún tengo mucho recorrido y margen de mejora. Una de mis fortalezas es que puedo abrir el campo y atacar de cara. Quizás, deba mejorar mi lanzamiento, así como mi juego en el poste bajo, donde he de tener más variedad de movimientos.
Sinceramente, no lo pienso mucho. Quiero tener los pies en el suelo. Todavía soy muy joven. Me queda mucho por aprender y por vivir. Obviamente, escuchar esos comentarios motiva, estimula y emociona. Pero repito, sólo quiero crecer, mejorar, ir quemando etapas, e ir logrando sueños y objetivos.
Primera fase
- Sábado 6 a las 19:30: España – Montenegro
- Domingo 7 a las 14:30: España – Suecia
- Lunes 9 a las 14:30: España – Portugal
