Adrián Ben, Mohamed Attaoui, Saúl Ordónez, Mariano García, Álvaro de Arriba, Pablo Sánchez Valladares… No hay duda. Los 800 metros son la prueba más cara del atletismo español. En términos cuantitativos; es decir, por densidad. Y en términos cualitativos; es decir, por calidad. Hay mucho y, sobre todo, muy bueno. Por ello, la mera presencia en la convocatoria de un Europeo o de un Mundial ya es una toda una proeza. Contra este “ejército”, luchará Javier Mirón durante los próximos meses para alcanzar la conquista más deseada: el billete para los Juegos de París.
De momento, el inicio del curso ha resultado muy prometedor. El pasado sábado, el deportista FER (Ibi, 24 años) compitió en la Reunión Internacional que se celebró en Sabadell. No participó en su especialidad, en los 800 metros, sino en los 1.500m. No obstante, ofreció unas excelentes sensaciones. El atleta alicantino ocupó la segunda posición. Superó, incluso, a Adrián Ben. Sólo se le resistió Mohamed Attaoui. “Estoy muy contento. Para ser el primer examen del año, y para disputar una prueba a la que no estoy acostumbrado, las conclusiones son alentadoras. Me sentí muy bien de principio a fin. Incluso, en los últimos metros, me vi ganador. Llegué a pensar que iba a poder con Attaoui. Ya digo, pese a quedarme a las puertas de la victoria, estoy satisfecho con mi rendimiento en este inicio de la temporada”, comenta Mirón.
Para su desgracia, el atleta alicantino ha tenido que enfrentarse a demasiados contratiempos físicos durante los últimos tiempos. Desde junio de 2021 hasta finales de 2022, una exasperante sucesión de desgracias y lesiones le apartó de las pistas. Incluso, de los entrenamientos. Temporada en blanco. Con el inicio de 2023, cambió la historia. Mirón pudo escapar de la pesadilla. Volvió a sentirse atleta. Se reencontró con la competición. Demostró lo que es, todo un talento. Y firmó una brillante temporada de pista cubierta. El deportista alicantino ganó la Reunión Internacional de Mondeville; logró el bronce en el Campeonato de España (a sólo 7 centésimas de la plata de Mariano García, a sólo 10 centésimas del oro de Saúl Ordóñez); protagonizó una sobresaliente actuación en el Meeting de Madrid (donde superó a Mariano y a Adrián Ben); y disputó en Estambul el Campeonato de Europa, evento en el que franqueó la primera ronda y en el que cayó en semifinales.
Sin embargo, todo volvió a torcerse a partir de mayo. Como consecuencia de unos problemas musculares en los isquiotibiales, el atleta FER se vio obligado a retrasar su regreso al tartán. No se reencontró con los 800 metros hasta mediados de julio. Por ello, no llegó en plenitud al Campeonato de España, donde acabó en la sexta posición. Fue en el tramo final del verano cuando Javier ofreció su mejor versión: 1:45:50 en Polonia, el 30 de agosto, y 1:45:29 en Rovereto, Italia, el 6 de septiembre. Cabe recordar que su plusmarca personal es 1:44:82, registro alcanzado en Marsella un 9 de junio de 2021 y que, en aquel momento, suponía mínima para los Juegos Olímpicos de Tokio. Ahora, acaba de empezar la pretemporada. Se siente bien. Cruza los dedos.
“Yo no sé si los 800 metros es la prueba más dura del atletismo nacional. En general, hablaría del medio fondo español. Por ejemplo, también el 1.500 ofrece un nivel espectacular. Pero sí es cierto que en los 800 la competencia es feroz. En 2023, hubo 8 españoles capaces de bajar de 1 minuto y 46 segundos”, señala Mirón, quien añade: “Soy consciente de que la batalla por los pasaportes olímpicos de París va a ser tremenda. Si las lesiones me respetan, me veo con opciones de cubrir los 800 metros por debajo de 1:44:70, la mínima olímpica. La progresión que experimenté en la parte final del pasado verano, cuando estaba cerca del 100%, y este buen arranque de 2024 me hacen ser optimistas. No obstante, si no logro hacer la mínima olímpica, queda la vía del world ranking. Es decir, he de hacer muy buenas marcas durante todo el año, estar en las primeras posiciones en todas las competiciones y, sobre todo, hacer un buen Campeonato de España. Esa final del Nacional de verano va a ser la madre de todas las batallas”.
Antes del asalto a los Juegos Olímpicos de París, Mirón tiene otro gran objetivo: acceder al Mundial de pista cubierta (Glasgow, del 1 al 3 de marzo). Otro desafío mayúsculo. Según los criterios de la Federación Española, hay que correr por debajo de 1:47:00. La siguiente oportunidad llegará el próximo miércoles, 7 de febrero. Y será en Valencia, cerca de casa. Qué mejor lugar para reivindicarse.