Lo que más se desea, lo que más cuesta, más tarda en llegar, más se hace de rogar. A este aforismo se encomienda Roberto Sánchez Mantecón para atemperar su impaciencia. Porque la intriga se mantiene, aunque la ilusión, también. Habrá que esperar unos meses más, hasta el próximo mes de mayo, para conocer los tres deportistas que representarán al triatlón masculino español en los Juegos Olímpicos de París. Tras una temporada tan intensa como vibrante, ningún triatleta nacional ha conseguido la clasificación directa. Pese a las incógnitas, el valenciano Roberto Sánchez Mantecón acumula muchas opciones ser uno de los elegidos. El deportista FER ha protagonizado un excelente curso. Disputó siete Series Mundiales. Sólo se perdió la desarrollada a finales de julio en Sunderland, Inglaterra. En tres de ellas, logró acabar entre los 10 mejores: séptimo puesto en Abu Dabi, octava plaza en Montreal y décima posición en el Test Event de París.
Las espadas siguen en alto. Las tres primeras Series Mundiales de 2024 dictarán sentencia. Se disputarán en Abu Dabi (2 de marzo, distancia sprint), Yokohama (11 de marzo, distancia olímpica) y Cagliari (25 de mayo, distancia olímpica). Roberto Sánchez (Manises, 27 años) parte desde una situación bastante favorable. No obstante, y a causa de la feroz competencia existente en el triatlón nacional (Antonio Serrat, David Castro, Sergio Baxter, Genís Grau, David Cantero) todavía no puede dar por segura su hazaña. Porque, si, como parece, acaba sellando su pasaporte olímpico, el deportista FER habrá protagonizado toda una gesta. Una heroicidad derivada de su descomunal esfuerzo, de su ímprobo sacrificio, de su incondicional entrega. Roberto no destaca, precisamente, por su exuberancia física. No es ningún portento. Pero tiene lo más preciado: una incansable capacidad de trabajo, una prodigiosa mentalidad, una férrea convicción en sus posibilidades, un envidiable afán de superación, una gran madurez personal… Con todo ello, el deportista FER se ha hecho un hueco en el selvático y despiadado mundo del triatlón internacional. Éste es el balance que hace de la temporada 2023.
Por supuesto. Aunque siempre sueñas con lograr plaza directa en 2023, era consciente de la dureza de los requisitos. Por tanto, habrá que ir por el camino largo, habrá que esperar a mediados de 2024. Dicho esto, me encuentro en una posición muy favorable. No lo tengo hecho, pero sí está muy encaminado. Claro que hubiera firmado este escenario cuando, en mayo de 2022, empezó la carrera hacia París.
Muy contento. He sido muy regular, me he visto muy competitivo, he conseguido tres top 10 en otras tantas Series Mundiales, logro que no ocurría en nuestro triatlón ya hace algunos años, he acabado en la general del Mundial como el mejor español… Se me quedó la espinita de no hacerlo un poquito mejor en la Final de Pontevedra, pero el balance de 2023 es muy positivo.
Si algo he ganado con el paso de los años es, precisamente, eso, no lanzar las campanas al vuelo, no dejarme llevar por la euforia, ser prudente y realista. Pese a todo, soy optimista. Para mí, resultaría extraño quedarme fuera, la verdad. Pero vamos a seguir paso a paso, y vamos a centrarnos en preparar a conciencia las tres Series Mundiales de 2024, las que acabarán decidiendo las tres plazas.
Abu Dabi me gusta mucho. Allí he conseguido dos grandes resultados. En 2021, fui 15ª, y este año, acabé 7º. Cagliari no me desagrada del todo. Allí, este año fui 19º. Y Yokohama me gusta por el recorrido (allí he hecho un 18º y un 35º), pero no me inspira buenos recuerdos porque no me sienta bien el viaje.
No tengo ídolos. Son rivales. En el deporte de élite, has de considerarte como uno más para competir con todos de igual a igual. Debes evitar los complejos. Y has de pensar que nadie es imbatible. Dicho esto, en lo deportivo, me quedo con el francés Vincent Louis. Y en lo más personal, este año he podido conocer mejor al inglés Alex Yee y al francés Leo Bergere, y me han parecido grandes chicos.