Polina Berezina y Alba Bautista siguen en una nube cuatro días después de lograr el sueño de sus vidas. La presión que conllevaba disputar un Mundial en casa, el frenesí de la propia competición, y las potentísimas emociones experimentadas no les han permitido, todavía, ser conscientes de lo que han conseguido. Ambas reconocen que van a necesitar un tiempo para asimilar todo lo acontecido en Valencia. Este Mundial de 2023 siempre permanecerá en sus retinas. Sobre todo, por haber alcanzado la clasificación olímpica ante su gente, ante su afición. Hemos hablado con ellas para conocer cómo vivieron ese histórico momento.
Polina Berezina: “Esto es lo mejor que he vivido en mi carrera deportiva”
En el anterior ciclo olímpico, acarició el billete para los Juegos de Tokio. Finalmente, no lo consiguió. Otra gimnasta hubiera desistido, pero Polina Berezina quiso darse una nueva oportunidad. Después de años de trabajo, de cambios en la planificación, de decepciones y de mucho sufrimiento, la pieza que le faltaba para completar su puzzle perfecto llegó en Valencia, la tierra en la que se formó como deportista. Polina ha completado un Mundial casi impecable, casi inmaculado. Ha protagonizado el torneo de su vida. Conclusión, el pasaporte para los Juegos de París 2024 ya está en su mano.
Una catarata de sensaciones.. Son muchos años de trabajo, de sacrificio, de sufrimiento. He tenido que afrontar muchos cambios de proyecto, de entrenadoras y de ciudades. No era fácil centrarme en lo realmente importante. En este ciclo, por fin, ha habido un proyecto sólido, he disfrutado de una mayor estabilidad. Quiero compartir este éxito con un equipo increíble que nos ha ayudado a conseguir estos resultados. Estoy súper emocionada. Aún no me creo que he logrado el sueño por el que luchado tanto tiempo.
De mi familia, de mi novio, de mis entrenadoras y de todas las personas que me han ayudado a alcanzar este sueño. También me acuerdo de quienes no confiaron en mi, porque me ayudaron a buscar la fuerza interior necesaria para no rendirme. Me decía a mi misma: ‘yo sé que puedo, creo en mí y lo voy a conseguir’.
Ha sido la mejor competición de mi vida. Y ello, a pesar de la enorme presión que tenía sobre mis hombros. El Mundial de Valencia era mi última oportunidad para conseguir el billete olímpico. En este torneo, me jugaba gran parte de mi carrera deportiva. Estoy muy satisfecha de haber hecho los cuatro ejercicios sin apenas errores y de haber alcanzado mi gran objetivo. Esto, para mí, no tiene precio.
Es lo mejor que he vivido en mi carrera deportiva. Luchar por una plaza olímpica y conseguirla en nuestra casa, ante nuestra gente, es algo inexplicable. Me siento una afortunada por haber disfrutado de esta experiencia tan potente. Voy a necesitar un tiempo para recuperarme de la resaca emocional de estos días.
Algo dentro de mí me decía que esto iba a llegar. En los momentos más duros, es cierto que me preguntaba ¿por qué sigues? ¿por qué no lo dejas ya? Pero luego, me animaba y me decía, si trabajas y nunca dejas de creer, la recompensa llegará tarde o temprano. Me he dejado la piel por este sueño, me despertaba y me acostaba pensando en los Juegos Olímpicos. Al final, todo el esfuerzo ha valido la pena.
Alba Bautista: “He cumplido en Valencia el sueño de mi vida”
Hace un año, disputó su primer Campeonato del Mundo absoluto. Ocupó una meritoria 17ª posición en el concurso general. Este brillante resultado era todo un presagio de lo que estaba por venir. La coronación de Alba Bautista como una de las grandes de las gimnasia rítmica internacional se ha escenificado en el Campeonato del Mundo de 2023. En Valencia, ha sellado el billete olímpico y ha acabado como octava del mundo la final individual.
No me lo creo. He conseguido el sueño de mi vida y no había mejor sitio que Valencia para hacerlo.
De mi madre. Ella me ha acompañado durante todos estos años. Se lo debo todo. Sin ella, hoy no estaría aquí.
El año pasado, disputé mi primer Campeonato del Mundo. Al verme entre las mejores, pensé que, si me esforzaba al máximo, podía soñar con conseguir una plaza para París 2024. Al ser más pequeña que el resto, he vivido todo primera vez, he ido poco a poco, disfrutando del camino y sin presión. Y ahora, estoy clasificada para los Juegos Olímpicos.
El primer día de competición, hice la mejor competición de mi vida. En la segunda jornada, cometí unos fallos que no esperábamos. Pero, gracias a los resultados de la primera rotación, logré mi objetivo. Al terminar mi competición, seguimos con mucha tensión los resultados de las otras gimnastas, pero cuando vi reflejado mi nombre en la 16ª plaza, la sensación fue indescriptible. Nunca olvidaré ese momento.
Lo de estos días ha sido una auténtica locura. Tenemos a la mejor afición del mundo, nos han llevado en volandas a todas las gimnastas españolas y este Mundial lo vamos a recordar toda la vida.