Fiel a su trepidante actividad a estas alturas del año, el vóley playa no descansa. Por ello, desde mañana, miércoles 2, hasta este sábado, 5 de agosto, propone una nueva edición del Campeonato de Europa. El escenario, Viena. Aunque los torneos Pro Tour Elite y Challenge del circuito internacional se suceden sin solución de continuidad, y ejercen una gran incidencia en la carrera hacia los Juegos Olímpicos de París 2024, un Europeo siempre conlleva un simbolismo especial. En total, en la arena de la capital austriaca, tomarán parte un total de 64 dúos, 32 masculinos y 32 femeninos. Y, entre los 128 participantes, tres deportistas de la Comunitat Valenciana y del Proyecto FER: Pablo Herrera, Liliana Fernández y Paula Soria.
Pablo Herrera: “No firmo una 5ª plaza como en los últimos años”
Es el jugador más longevo del circuito europeo. Y también, uno de los más admirados, queridos y respetados. Pablo Herrera (Castelló, 41 años) se dispone a afrontar su 17º Campeonato de Europa. De momento, en su extenso y rico palmarés figuran cuatro medallas en otros tantos eventos continentales: oro en Moscú 2025, bronce en Sochi 2008, oro en Austria 2013 y bronce en Holanda 2018. En las últimas tres ediciones (Letonia 2020, Viena 2021 y Múnich 2022), repitió resultado: quinta posición.
Con respecto a esta temporada, Pablo Herrera ha disputado nueve torneos del Pro Tour. Su mejor resultado fue la espectacular medalla de oro alcanzada en el Challenge de La Paz, México, a mediados de marzo. Con posterioridad, estuvo unas semanas sin competir (no acudió a los eventos de Ostrava y Letonia) a causa de la seria indisposición sufrida por su compañero Adrián Gavira, que contrajo el dengue durante la estancia en Brasil a finales de abril. Tras su recuperación, han jugado cuatro eventos más.
Está recuperado del dengue, que le afectó con bastante severidad. Ahora, tras casi dos meses parados, nos falta adquirir y recuperar el ritmo que teníamos antes de que Adrián contrajera la infección. El proceso lleva su tiempo. Estamos siendo irregulares e inconstantes.
Alta. Un notable. Creo que estamos haciendo una buena temporada pese a todas las situaciones, no siempre fáciles, que hemos tenido que afrontar.
Una quinta plaza siempre es un resultado muy correcto, pero no, no la firmo. Lo que quiero es recuperar nuestro mejor nivel de juego y una mayor regularidad. El nivel es cada vez más alto. Podemos ganar a cualquiera y perder con cualquiera. Dicho todo esto, nuestra aspiración es volver al podio de un Europeo.
Todavía, no. Queda un mundo por delante. Hemos empezado bastante bien, pero aún falta mucho.
Liliana Fernández y Paula Soria: “La adaptación ha sido bastante rápida”
Curtidas en muchas experiencias, Liliana Fernández y Paula Soria se adentran en un Campeonato de Europa distinto, especial. No en vano, es el primer Europeo que estas dos expertas jugadoras afrontan como pareja. Con anterioridad, cuando sus caminos aún no habían confluido, Liliana (Benidorm, 36 años) había disputado 10 certámenes continentales. Acumula tres medallas. La última, el bronce logrado en la edición de 2019, desarrollada en Moscú. Mientras, Paula (Orihuela, 30 años) ha jugado siete Europeos. Sus mejores resultados han sido tres novenas plazas: en Letonia 2017, en Viena 2021, y en Múnich 2022. Liliana y Paula empezaron su singladura a principios de este año. Hasta la fecha, de los ocho torneos afrontados, el mejor resultado del curso es la quinta plaza alcanzada en el Challenge de Saquarema, Brasil.
Estamos bastante compenetradas. El proceso ha sido bastante rápido. De hecho, los resultados están siendo razonablemente buenos. Siempre hay detalles por mejorar, pero esto también ocurre en las parejas más longevas, más consolidadas. Hay partidos en los que nos sentimos mejor, y hay otros en los que no tanto, pero, en la globalidad, diríamos que la adaptación ha resultado ágil.
Es curioso. Los resultados de principio de año (superar las previas del Elite de Tepic y del Challenge de Itapema, la 5ª plaza del Challenge de Saquarema, o el oro en el Future de Madrid) estuvieron muy bien, por encima de lo previsto. Por contra, sí es cierto que esperábamos un poquito más en los últimos tres torneos: Gstaad, Espinho y Edmonton. Pero más allá de los resultados, damos la cara, peleamos y somos competitivas.
Tenemos un grupo inicial bastante difícil. Nos esperan unas alemanas muy buenas, unas lituanas que nos han ganado dos veces este año, y unas austriacas que estarán motivadas por jugar en casa. Vamos a ir partido a partido, pero claro, el objetivo mínimo es quedar entre las tres primeras de grupo para acceder a los cruces finales.
Todavía es pronto. Es el gran objetivo, claro, pero aún es aventurado decir algo al respecto. Ahora, nuestro reto es conseguir una plaza en el Mundial, que se celebra en octubre en México. Con respecto a París, habrá que esperar al próximo año para tener un diagnóstico más claro.