La estadounidense Gabrielle Douglas, y las rusas Viktoria Komova y Aliya Mustafina ocuparon el podio del concurso individual completo o all around de la gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Sus hazañas, sus piruetas imposibles, sus acrobacias asombrosas, sus equilibrios inverosímiles, sus giros vertiginosos cautivaron a Laura Casabuena García. En aquel momento, Laura apenas tenía 7 años. “Por entonces, yo ya era una niña muy inquieta, muy activa. De hecho, había hecho algo de judo. Pero vi por televisión la gimnasia artística de los Juegos de Londres y me impresionó, me impactó. Les dije a mis padres que yo quería hacer lo mismo. Aquél fue mi inicio con este deporte”, comenta la nueva deportista FER.
Una década después de aquel flechazo, Laura Casabuena se ha convertido, con tan solo 17 años, en una de las nuevas y grandes sensaciones de la artística española. Con un descaro, una personalidad, un carácter y una madurez impropias de su edad, y con unas condiciones envidiables, la deportista de Alcoy es una de las líderes del equipo nacional. Así se demostró en 2022, el curso que acogió su explosión. Durante el pasado año, entre otros logros, Laura ocupó la 24ª plaza en la final individual all around del Mundial de Liverpool, consiguió la plata en el Nacional absoluto y firmó una excelente cuarta plaza en el ejercicio de suelo de la Copa del Mundo celebrada en París. Su crecimiento, casi imparable, continúa en 2023. En la Copa del Mundo por aparatos desarrollada en Cottbus a finales de febrero, fue sexta en la final de salto y octava en la final de suelo. A principios de abril, en el Trofeo de Jesolo, Italia, se colgó la medalla de oro en el ejercicio de suelo. Por último, hace pocas jornadas, Laura firmó un Campeonato de Europa de ensueño: 10ª, y mejor española, en la final individual all around, y 6ª en la final de suelo.
Laura Casabuena se encuentra en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid desde septiembre de 2021. “Aunque, a veces, extraño a mi família, lo llevo bastante bien, la verdad. He conocido a mucha gente y me encanta entrenar. Si quiero, y lo quiero, ser una gran gimnasta, he de estar en Madrid, lo tengo asumido”, señala la joven deportista FER, cuyas jornadas son maratonianas. Entre las 08:00 y las 10:45, toca colegio (estudia Bachillerato). De 11:00 a 14:00, entrenamiento. De 14:15 a 15:00, comida. Entre las 15:00 y las 17:00, de nuevo, estudios. Y de 17:30 a 21:00, otro entrenamiento. Por último, cena y deberes académicos. Así, todos los días.
Preguntada sobre sus preferencias, Laura señala que, para entrenar, “me gusta, sobre todo, la barra de equilibrios, pero, a la hora de competir, mi ejercicio favorito es el suelo”. Y cómo lleva el ser una de las nuevas sensaciones de la artística española una joven de apenas 17 años: “Intento aislarme de todos estos comentarios. Yo trato de entrenar a tope y de ser mejor cada día. La clave es tener la mente fría y los objetivos claros”, comenta la nueva componente del Proyecto FER, quien añade: “Me defino como una gimnasta con una mentalidad muy fuerte, con un gran afán de superación y muy cabezota. Por contra, uno de mis puntos débiles es que soy demasiado impaciente e impetuosa. He de ser más calmada, pero no lo tengo fàcil, porque, desde bien pequeña, he sido un puro nervio”.
Hace pocas semanas, en el Europeo de Turquía, Laura contribuyó, de forma decisiva, a la clasificación del conjunto espanyol para el Campeonato del Mundo, el evento clave del año. Se celebrarà a principios de octubre en Amberes, Bélgica, y será clasificatorio para los Juegos de París. En ese Mundial, el equipo español ha de ocupar una de las 12 primeras plazas para lograr el ansiado billete olímpico. “Soy optimista. El reto es durísimo, pero creo que està a nuestro alcance. Nuestro equipo es muy bueno. Así lo hemos demostrado en el reciente Campeonato de Europa”, comenta Laura, amante de los juegos de mesa con amigos o família para relajarse. Es de los pocos momentos en los que está relativamente tranquila.