Mientras el rugby español vive inmerso en un absoluto estado de felicidad gracias a la clasificación de sus dos selecciones, tanto la masculina como la femenina, para los Juegos Olímpicos de Rio, una de las jugadoras nacionales con más presente y, sobre todo, con más futuro en el deporte del balón oval no puede ser partícipe de tal euforia. No es una excepción gratuita. Las razones son muy poderosas. A pesar de su juventud, Teresa Bueso, de tan solo 19 años, era, y es, una componente indiscutible del combinado femenino español. Se disponía a afrontar una competición y un momento que, a la postre, resultaron mágicos: el Preolímpico de Irlanda. Sin embargo, un mes antes de tal hito, una grave lesión de rodilla sufrida durante la celebración de la última Serie Mundial del año en Francia le cortó cruel y abruptamente sus sueños. Una vez operada, y con el paso de los días, la deportista FER alterna momentos de resignación, impotencia e incredulidad. Pero, aunque cueste, empieza a imponerse la calma. Ha asumido su infortunio y ha asimilado que se perderá los Juegos. Pero está segura de que este percance la hará más fuerte.
Un mes después de la grave lesión de rodilla y una vez has pasado por el quirófano, ¿cómo te encuentras de ánimo sabiendo que un golpe mala suerte te ha privado de tus primeros Juegos Olímpicos?
Mentalmente, me encuentro mucho mejor. Aunque hay momentos de cierto bajón, he asumido con entereza lo que me ha pasado y cada día lo llevo mejor. Físicamente, voy muy poco a poco. Ni quiero ni puedo acelerar mi recuperación. No tengo ninguna prisa.
Imagino que el fin de semana de junio en que tus compañeras de selección consiguieron la clasificación para Río recibirías muchas muestras de cariño y afecto…
Ese fin de semana fue casi el peor momento de todo este proceso, incluso más que el día que me comunican la gravedad de la lesión. Era una mezcla de nostalgia y tristeza por mí, y de alegría por ellas. Todas se portaron muy bien conmigo. Recibí mucho apoyo. Fue muy emocionante.
Eres muy joven, todavía no has cumplido los 19 años, te queda mucho rugby por delante… Al final, has de quedarte con la parte positiva de esta historia, ¿verdad?
Efectivamente. Al principio, reconozco que me era imposible sacar alguna conclusión positiva de esto que me ha pasado. Pero poco a poco, me encuentro más optimista. Me quedo con las experiencias que he vivido y las que me quedan por vivir. Saldré de ésta y saldré más fuerte.
A pesar de tu grave lesión y de la rabia de no poder ir a Rio, estarás orgullosa de que tu deporte haya clasificado las dos selecciones para los Juegos. ¿Puede este éxito ser el impulso que necesitaba el rugby español?
Ojalá sea así. Desde luego, tanto los chicos como las chicas se lo merecen. Llevan muchos años luchando y salvando obstáculos de todo tipo. Y sí, creo que esta doble clasificación olímpica va a contribuir a que el rugby español, tanto el 15 como el 7, sea más valorado, seguido y reconocido.
Por último, haznos un pronóstico. ¿Crees que la selección femenina puede optar a medalla en Rio?
Es muy difícil, la verdad. En Río el nivel de todas las selecciones presentes es altísimo. Pero también creo que mis compañeras acuden sin presión y están en su mejor momento. Y esto las hace más peligrosas.